Brayan Cortés: Quizás la gran figura de estos dos partidos. Cuesta acordarse en el pasado algún partido donde el iquiqueño haya sido tan determinante como en los dos clásicos de Copa Chile, cuya obtención no se explica sin la portentosa actuación del arquero del Cacique, tapando un penal en un pasaje clave del encuentro y que no sólo impidió la apertura de la cuenta del contrario, sino que dar vuelta el momento mental del encuentro y que permitió esa ráfaga ofensiva que nos dio finalmente la Copa. El muchacho del póster: el arquero de Colo Colo.
Óscar Opazo: Sin brillar, pero consolidando una buena dupla por derecha con Bolados. Aunque no haga grandes partidos, sus condiciones son una preocupación permanente para el rival de turno para no dejar ese costado sin cobertura.
Julio Barroso (C): Quizás está un poco más lento, pero no es casualidad que nunca haya perdido un Clásico y siempre saque su mejor rendimiento en este tipo de encuentros. Líder, ganando por arriba y por abajo, reduciendo nuevamente a los delanteros azules a expresiones cercanas a lo mínimo. Merecida capitanía.
Juan Manuel Insaurralde: Uno de los aspectos que deja cierta preocupación de este inicio de año ha sido el nivel del Chaco, de hecho provocó los dos penales en contra en estos dos encuentros, uno con mala suerte con la mano ante la UC, y otro con una reacción muy lenta ante el amague de Montillo. Además tuvo una desaplicación importante en una salida aérea de Cortés que pudo costar caro. Con el carácter y liderazgo de siempre, pero lo necesitamos en mejor nivel urgentemente.
Rónald De la Fuente: Sufrió bastante por su costado, el rival cargaba buena parte de sus ataques por la banda derecha con Rodríguez, Espinoza y Montillo que en varias oportunidades iniciaba sus carreras por ese sector. Pese a sus ripios evidentes, podría decirse que sacó la tarea adelante, al menos por entrega no se quedó. Sí perdió la espalda dos veces con Rodríguez, un tapadón de Cortés con el pie, y en el postrero y estéril gol azul.
Carlos Carmona: Uno de sus mejores partidos en Colo Colo, quizás sabiendo que a priori no arranca como titular con la llegada de César Fuentes. Mordiendo en todos lados, apareciendo siempre como apoyo, con pierna fuerte e incluso quitándole un balón a Montillo con la popular “culebra” que popularizó Luis Fuentes cuando le robó así un balón nada menos que a Ronaldo. Trató de generar algo de fútbol en el primer lapso, aunque no siente esa función.
Branco Provoste: Pese a que sufrió con la movilidad y experiencia de Montillo, mejoró sustancialmente su rendimiento y no pareció un elemento externo a la dinámica de los partidos como a veces acontece. Aplomado, rápido, metiendo la pierna y criterioso. Aún le falta para dar un salto de calidad, pero ha ido creciendo.
Leonardo Valencia: Con chispazos de su talento, pero determinante, nada menos que con dos asistencias: en la enorme pared con Bolados, y en el centro para el cabezazo de Parraguez. Pero que ello no impida destacar su enorme sacrificio, moviéndose como 10, por izquierda o incluso por minutos como volante izquierdo de la segunda línea de cuatro tras la entrada de Matías. Salió extenuado, y con razón, lo dejó todo.
Marcos Bolados: El único que le puede quitar algo de protagonismo en el póster a Brayan Cortés. Decisivo, rapidísimo, afinadísimo con la pelota, además llegando al gol -ganándole a los cuatro jugadores de la defensa azul en la carrera- y con gran sacrificio para pararse como volante derecho y guerrerarle ese sector de la cancha al pobre Beausejour, que no ha podido volver a ganar un Clásico desde su partida. De los tres de arriba, el más titular de todos, hoy en día.
Javier Parraguez: Es resistido, probablemente con razón, le cuesta con el balón en los pies y tampoco es particularmente ducho en el trabajo sucio de bajar pelotas y generar espacios. Sin embargo, es el goleador de la Copa Chile, hizo dos goles en la confrontción más difícil de todas -con Puerto Montt, en la primera fase- y hoy se estrenó marcando en Clásicos con un lindo cabezazo, tras un gran movimiento en el que incomprensiblemente estaba siendo marcado por Gonzalo Espinoza. Bueno que tenga confianza de cara al gol.
Gabriel Costa: Sigue sin aparecer el Costa de Sporting Cristal. Su trabajo táctico y sin balón apoyando al lateral es importante, pero da la sensación que cuando se recupere Mouche va a tener menos minutos. Casi le cobraron un penal, aunque su tendencia a caer demasiado liviano no es particularmente una ayuda para su credibilidad.
(61’) Nicolás Blandi: Partido algo ingrato, con un Colo Colo replegado y defendiendo con dos líneas de cuatro, no recibió balones con ventaja como para intentar desequilibrar. Bien en un par de pelotas sucias que hicieron ganar segundos valiosos. Importante que vaya teniendo minutos.
(76’) Matías Fernández: Se nota que está en proceso de puesta a punto, pero más allá de la emoción y de lo lindo que es verlo de vuelta en casa, se contagió para bien con el espíritu sacrificado del equipo, yendo incluso en un par de ocasiones al piso y cortando avances del rival.
(82’) Brayan Véjar: Reemplazó posicionalmente a Valencia, refrescó el sector izquierdo aunque no tuvo mayor trascendencia.
D.T. Mario Salas: Si se lo va a evaluar con el criterio del fútbol que se espera de un equipo del Comandante, Colo Colo sigue al debe, sin dudas. Sin embargo, en Colo Colo no basta con jugar bonito y finalmente lo que muchos hinchas quieren es que el equipo gane, muestre aplomo, carácter y jerarquía, cosa que a grandes rasgos sí se vio en esta final. Durante muchos pasajes su clásico 4-3-3 pasó a ser derechamente un 4-4-1-1 cuando Colo Colo no tenía la pelota, lo que unido al 4-4-2 con dos referencias de punta que se vio en los últimos minutos contra la UC muestra otras variantes tácticas que finalmente enriquecen la propuesta. Todos queremos que el equipo juegue mejor, por supuesto, pero es distinto -para bien- mejorar con una Copa ya en las vitrinas. Ojalá estos dos partidos -incluyendo el no perder con los clásicos rivales- y esta Copa Chile, sean un punto de inflexión en la aventura del Comandante en Colo Colo tras un 2019 que terminó siendo bastante menos de lo ilusionado, y que el equipo -con el contingente completo- encuentre los necesarios progresos que permitan ilusionarnos con tener un rendimiento relevante en el concierto internacional.