Aníbal Mosa preparó el contraataque y, de momento, los pasos se están dando como se esperaba: presentó una denuncia para revocar la elección de Gabriel Ruiz-Tagle como presidente de Blanco y Negro y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) aceptó investigar los hechos.

El texto presentado por Mosa expone que se incumplió el artículo 179 de la Ley 18.045 del mercado de valores, donde en la norma de carácter general número 380 se apunta que “los corredoras de bolsa podrán ejercer el derecho a voto de los valores en custodia únicamente si han sido autorizados expresamente por el titular al momento de constituirse la referida custodia”.

En este caso, hay nueve corredoras de bolsa que custodian papeles de entre 4 mil y 5 mil accionistas minoritarios, algo correspondiente al 15 por ciento del total de Blanco y Negro y todos votaron en bloque por Ruiz-Tagle, quitándole un puesto a Mosa y, finalmente, sacándolo del poder.

Pero, según informó ADN, la CMF le pidió a estas corredoras que acrediten todas las autorizaciones de terceros que les permitieron votar a nombre de cada uno de los accionistas representados.

Si se comprueba que no hay autorizaciones, se puede revocar el nombramiento de Ruiz-Tagle y se debe llamar a nueva elección. Y con los acciones que adquirió Mosa en las últimas semanas, tiene poder para poner un director más a su nombre. ¿Qué quiere decir esto? Que, de darse y si se alía con el Club Social y Deportivo (hoy en guerra con el actual presidente), nuevamente harían cinco votos contra cuatro y pueden retomar el control.