La idea inicial era que don Alfonso Arellano, hijo de nuestro mártir fundador, David, descansara por deseo propio junto a su padre en el Mausoleo de Viejos Cracks de Colo Colo.

Blanco y Negro dio las facilidades, sin embargo, la familia optó por sepultarlo junto a su mujer en el Cementerio de Malloco.

Así, don Alfonso ya está tomando respiro tras la cruel enfermedad que es el cáncer para alentar junto a todos los albos que se han ido a Colo Colo desde otra parte.

Reiteramos las condolencias a la familia
y esperamos que encuentren pronto consuelo por esta lamentable pérdida.