Matías Zaldivia tuvo un clásico bravo ante la U. Vio la amarilla temprano, se entreveró con Mauricio Pinilla, Juan Manuel Insaurralde le ofreció cambiar las marcas para que no lo echaran pero se negó. Terminado el encuentro, se dio la mano con el delantero azul, como debe ser.
Sobre el lance, analizó tras el desahogo de ganar un partido así por 1-3 que “me encanta, este es un grupo de hombres y se demostró”.
Eso sí, dejó en claro que hay que tener ojo con cómo se afrontan otros lances. “En otros partidos no tenemos esta actitud, por eso no hemos perdido. Ojalá esto sea un trampolín”, sentenció.
Finalmente, manifestó que “veníamos de dos semanas de comer mucha mierda y necesitábamos esto”.