El encuentro de Chile ante Argentina del 4 de julio de 2015 deber ser el más glorioso para todo el fútbol chileno en su historia. Esa tarde en el Estadio Nacional y luego de 120 minutos de juego sin goles y una tensa definición a penales la Roja se quedó con su primera Copa América.
Una de las piezas más importantes de ese duelo fue Matías Fernández, quien ingresó desde la banca a los 75’ por Jorge Valdivia para darle algo de frescura al mediocampo del equipo de Jorge Sampaoli.
El formado en Colo Colo fue el primero en disparar desde los 12 pasos en la definición a penales ante la albiceleste, teniendo en su pie derecho la enorme responsabilidad de comenzar de buena manera el camino al título.
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El 14 no desentonó, ya que hizo recordar sus mejores días con la camiseta de Colo Colo y colocó la pelota al ángulo del palo izquierdo (derecho del portero) con un magnífico disparo cruzado, haciendo imposible cualquier intento por atajar el balón de Sergio Romero.
No pudo haber mejor forma de comenzar esa definición, sobre todo porque el equipo chileno no falló en los disparos posteriores y porque tanto los argetinos Gonzalo Higuaín como Éver Banega no lograron convertir, sellando de esta forma el 4-1 final desde los 12 pasos.