Se fue en silencio, no fue capaz de darle la cara a los hinchas ni a la prensa. Renunció la madrugada del sábado y el domingo arrancó como las ratas, por la puerta trasera y en silencio, sin explicar ni argumentar su nefasto trabajo en Colo Colo.
El diario El Mercurio interrumpió su siesta y logró conversar con Diego Cagna, quien continuó con su estilo soberbio, lejano y poco autocrítico. Precisamente la primera pregunta fue esa, ¿cuál es su autocrítica del fracaso?, “Prefiero no hablar de eso”.
Al pedirle que al menos le de la cara al hincha que paga su entrada y que haga su análisis del año en que estuvo en Colo Colo y cobró sus US$ 800 mil dólares, simplemente dijo que “cada uno pensará lo que quiera, y más allá de pagar o no una entrada el hincha de Colo Colo quiere ganar y yo no pude darle campeonatos que es lo que quiere…y nada más”.
Según Cagna, el análisis de su paso por Colo Colo “lo hago para mí, no para los demás”, mientras afirma que no se arrepiente de haber venido a Chile y que no le sorprendió que los mismos jugadores que dirigió corrieran distinto y ganaran en Venezuela.
Sobre la “limpieza de camarín” al sacar del equipo a Sanhueza, Meléndez y Riffo, dijo que “no me perjudicó nada. No se dieron las cosas en cuanto a los resultados y nada más”.
Finalmente agradeció a Gallego el haberle dedicado el triunfo ante Táchira y “le deseo que le vaya bien”.