Una pérdida por donde se lo mire lo de Bryan Rabello. En Blanco y Negro no se dieron cuenta que expiraba la fecha para renegociar su contrato y cuando lo hicieron, era tarde: sus agentes de AIM Fútbol, acogiéndose al vínculo redactado en la época de Guillermo Mackenna, pedían una cifra inalcanzable.
Juan Gutiérrez no podía creer que se hubieran manejado tan mal con el joven valor (cuando él arribó el creativo ya estaba perdido) y mandó a cambiar toda la política de contrataciones con los cadetes.
En tanto, en Sevilla anunciaron oficialmente que se pagará “unos 500.000 euros a Colo Colo, en cuya cantera ha estado seis años hasta haber dado el salto al primer equipo, por derechos de formación”.
Esos derechos corresponden al 10% de su carta, lo que hace saber en un ejercicio de matemática simple que AIM lo vendió en 5 millones de euros.
Un despilfarro y un daño al patrimonio de Colo Colo por todos lados por un actuar, una vez más, negligente.