Aníbal Mosa perdió la presidencia de Blanco y Negro en abril del año pasado. Un golpe que no esperaba venir y que se fraguó en secreto por el bloque de Leonidas Vial. Una jugada maestra que cambió el control de la concesionaria por un año.
Mosa recuerda como fue ese mazazoen conversación con La Tercera: “No me lo esperaba. Soy bastante ingenuo para algunas cosas. Pensé que me habían ganado bien. Con los días, me di cuenta de que no había sido tan así y que mi gestión tampoco era lo desastrosa que decían. Sentí que tenía que volver, había dejado algo inconcluso”.
El presidente de Blanco y Negro reconoce que lo clave para retomar el control rápido fue la astucia y poner dinero sobre la mesa: “Con ambas, y mostrando un proyecto”.
Aníbal cuenta como se le ocurre la idea de traer a Harold Mayne-Nicholls a la vicepresidencia de Blanco y Negro: “Se me ocurrió lo de Harold haciendo bikram yoga, una disciplina a 40 grados. Un sistema de salud que te sana. Practico seis veces a la semana. Estaba en eso y el día anterior yo había hecho una lista mental de quiénes podían ser los dirigentes importantes que tiene este país. Y dije: “aquí lo que tenemos que hacer es colocar a alguien que sea un aporte, que tenga credibilidad y que hagamos la pega”.