A Colo Colo se le complicaba el partido ante la U por un nuevo superclásico cuando salió el gol en la jugada menos esperada.
En el minuto 64, Baeza pateó mal un córner, le quedó a Matías Rodríguez, éste despejó pésimo, le volvió el balón a Serrucho, envió al corazón del área, Lucas Barrios metió la cabeza, palo y ahí apareció Juan Manuel Insaurralde para empujarla con cualquier cosa.
Tras el tanto, el Chaco salió corriendo a celebrar con el banco y se emocionó hasta las lágrimas mientras sostenía el balón con sus manos:
Colo Colo estiró su supremacía a 18 años sin perder en el estadio Monumental y el otro año llegar a seis temporadas sin saber de derrotas ante el clásico rival.