Por: Darío Sanhueza

Gabriel Arias: Demasiado tenso, se notó en las primeras pelotas y se acrecentó con esa disparatada decisión de salir al banderín del córner a tratar de interceptar a Carrillo en la jugada del 2-0, lo que sumado a la salida errática que tuvo contra Ecuador, no lo deja muy bien parado al menos en esa faceta. Nada que hacer en los otros dos goles, pero cuesta recordarle alguna gran atajada en la Copa.

Mauricio Isla: Bajo partido en todos los ámbitos, se vio “pesado” y con una faceta ofensiva bastante ripiosa, mientras que en lo defensivo fue el hombre que habilitó la posición de los atacantes peruanos en el 2-0 y el 3-0, mientras que en el 1-0 Edison Flores apareció por su demarcación. Su foto del partido es levantando la mano pidiendo offsides que no fueron.

Gary Medel: Quizás condicionado por la dolencia que padeció al inicio del partido, sufrió bastante con un atacante lleno de oficio como Guerrero. Intentó tirar del carro armando juego desde atrás, pero sin precisión.

Guillermo Maripán: También sufrió muchísimo, lo cual es comprensible en el juego por abajo, pero perdió la marca de Carrillo en el pivoteo que lleva al primer gol, que indudablemente condiciona el partido. Bajó su rendimiento respecto a su gran actuación ante Colombia.

Jean Beausejour: Probablemente uno de los que menos bajó su rendimiento, al menos llegó arriba en varias ocasiones y tuvo un centro/remate que encontró las manos del inspirado Gallese. Eso sí, el centro del 1-0 sale por su sector y en el 2-0 Carrillo le gana la espalda de forma absolutamente impropia.

Charles Aránguiz: Cuando no brilla, normalmente hace partidos correctos. Pero pese a mostrar la entrega y recorrido de siempre, el partido de hoy fue absolutamente impropio para un futbolista de su categoría, calidad y presente, sobre todo con su sensibilidad con la pelota, mostrándose sorprendentemente impreciso y decidiendo generalmente mal. Rarísimo partido, quizás afectado por la cancha y por la amenaza de una amarilla. Se le rescata el penal que le hicieron terminando el partido, fruto de su esfuerzo.

Érick Pulgar: Junto con Beausejour, otro de los que menos descenso encontró en su rendimiento, pese a que sufrió muchísimo con el despliegue de Flores, Cueva y Carrillo, intentando cubrir mucha cancha y lográndolo sólo por momentos. Intentó metiéndose entre los centrales -de hecho terminó jugando de central-, tuvo un cabezazo ofensivo, pero no logró prevalecer en su sector del campo.

Arturo Vidal: También tuvo un partido sorprendentemente bajo para lo que es él. Similar a lo de Aránguiz, nunca encontró el partido y sucumbió ante el fenomenal despliegue de Yoshimar Yotún y Renato Tapia en el sector del campo donde el King acostumbra a mandar, quizás también afectado por su dolor en el tobillo en la jugada del 1-0. En el segundo tiempo intentó tirar del carro con energía, pero con demasiadas imprecisiones.

José Pedro Fuenzalida No es un jugador que tenga una particular sensibilidad con el balón, pero lo suple con buen recorrido y con decisión. Sin embargo, en este partido estuvo -al igual que la mayoría- más impreciso aun de lo que acostumbra. Un remate que sacó Gallese al córner fue lo mejor que tuvo. Salió en el entretiempo por Sagal.

Eduardo Vargas: Tuvo las tres ocasiones más claras de Chile. Una de ellas muy meritoria con el cabezazo que pegó en el palo, otra meritoria en la generación pero muy mala en la ejecución en el mano a mano que tuvo con Gallese, y otra francamente reprochable, indolente y desatinado al pedir un penal para picarlo en el momento menos idóneo posible.

Alexis Sánchez: Su partido más bajo, por mucho, dentro de una muy buena y revitalizadora Copa para el tocopillano. Tremendamente impreciso, se notó ofuscado y con esa ansiedad que lo lleva a recogerse a todos los lugares de la cancha de manera desordenada y derechamente anàrquica. Tuvo sí un par de buenas jugadas con Beausejour y un lindo remate que marcó la más meritoria tapada de las varias que tuvo Gallese.

(46’ ET) Ángelo Sagal: A perfil cambiado, no logró gravitar en lo más mínimo y se terminó extrañando a un Chapa Fuenzalida que no había jugado bien. Lo más notorio que hizo fue ganarse una amarilla.

(88’) Nicolás Castillo: Anecdótico e irrelevante ingreso para un partido decidido.

D.T. Reinaldo Rueda: Había ganado mucho crédito, toda vez que muy pocos esperaban que Chile pudiese haber llegado hasta estas instancias, considerando la irregularidad del proceso preparatorio. Pero el retroceso vivido en este partido, si bien no borra las muchas cosas buenas que se han hecho en la Copa, es severo y marca una tremenda alerta, porque -según sus propias palabras- el equipo entró pensando más en una posible final con Brasil que en el rival de turno, y en ello algo de responsabilidad hay en la conducción del grupo y en el enfoque que debe darse para este tipo de instancias. Eso sí, ojalá que la dureza de este charchazo de realidad no haga pensar que está todo mal, la derrota es dolorosa por todos los aspectos (nivel, contundencia, los “oles” de los hinchas peruanos, etc.), hace tres partidos que Chile no marca goles, pero la Copa América de Chile, pese a que pudo haber sido maravillosa, no hay que perder de vista que ha sido bastante digna y por momentos buena.