La selección chilena cayó ante su similar de Corea del Sur y ahora sólo aspira a llegar a octavos de final siendo mejor tercero, pero depende de otros resultados. Los dirigidos por Cristian Leiva hicieron un nefasto primer tiempo y lo pagó caro ante un disciplinado elenco asiático.

Chile no alcanzaba a acomodarse en cancha y antes del minuto ya estaba en desventaja con anotación de Sanghoon tras un lanzamiento de esquina.

Tras el gol a la Roja le costó hacer pie en el campo, sufriendo bastante con los balones aéreos y por las bandas. A los 19' pillaron mal parada de contra a la zaga nacional, pero Julio Fierro estuvo notable para evitar una nueva caída de su arco.

A los 28' volvieron a pasar sustos mediante pelota detenida. Primero Fierro desvió al corner y en el segundo lanzamiento, los asiáticos convirtieron el 2 a 0.

Pero cuando peor lo estaba pasando Chile vino el descuento en los pies del colocolino Alexander Oroz, quién pasó entre tres marcadores y definió abajo del portero surcoreano a los 40'.

En el complemento, Chile mejoró considerablemente, tuvo mayor control de la pelota e inquietó más a la defensa coreana. A los 60', Gonzalo Tapia lo tuvo pero no quedó cómodo para pegarle de la mejor manera y el portero rival la mandó al corner.

Con el transcurso de los minutos, el equipo nacional comenzó a apagarse y el cansancio se apoderó de varios de sus jugadores, por lo que le costó generarse ocasiones y estuvieron muy erráticos en la asociación. A pesar del evidente desgaste del equipo, hubo escasas respuestas desde la banca.

El partido finalizó 1-2 y ahora habrá que esperar otros resultados para ver si la selección puede avanzar a octavos de final del Mundial sub 17. Sin embargo, la imagen es paupérrima, sobre todo considerando que al equipo sólo le bastaba un empate.