Un 22 de mayo de 1991, Colo Colo recibió en un Estadio Monumental completamente repleto a Boca Juniors por las semifinales de vuelta de la Copa Libertadores. En el transcurso del partido, el Cacique fue ampliamente superior que su símil argentino y se quedaron con la clasificación tras ganar por 3 goles a 1.

Además de ser un partido histórico por el hecho de que el Popular llegaba a su segunda final de Libertadores, también lo es por una brutal batalla campal que protagonizaron los jugadores del cuadro Xeneize principalmente con reporteros gráficos y carabineros. Salvo unos cuantos, los Albos decidieron no enfrascarse en esa trifulca.

Transcurría el minuto 82’ del complemento, Rubén Martínez conduce el balón y hace una buena pared con Patricio Yañez, quien se la devuelve con zurda y el trigoleador se la pica a Carlos Navarro Montoya para que se meta en el fondo de la red. Las 64 mil personas que había en Pedrero estallaron y se desató la algarabía, sin embargo, los Bosteros no dejarían que celebraran en su cara y empezaron a lanzar golpes a diestra y siniestra

Ahí comenzó el caos. Cientos de personas estaban en el pasto del Monumental David Arellano, muchos de ellos eran reporteros gráficos y carabineros. Los fotógrafos no encontraron nada mejor que enfrascarse en una brutal batalla con los provocadores futbolistas argentinos y para defenderse usaban sus implementos de trabajo.

“Había mucha gente que no tenía nada que hacer en el Monumental. La discusión de Navarro Montoya con los peloteros, que es donde nace la pelea, yo estaba en ese arco. Ahí un fotógrafo intervino, en el sentido de que lo increpó de que estaba insultando a unos niños. Y salto al foso para protegerme y en ese momento el colega Rodrigo Arangua resbala en el pasto y ahí en el suelo Blas Giunta le pega un puntapié en el ojo”, señaló Andrés Piña, reportero gráfico de ese entonces, en conversación con La Tercera.

En una charla con Manuel De Tezanos, Diego Latorre, autor del descuento Xeneize esa noche, relató que "había demasiada gente en el campo de juego. Después supimos que eran hinchas caracterizados como periodistas y fotógrafos, que estaban permanentemente agitando el clima. Y a la gente, que estaba enardecida".

Si bien el altercado fue de proporciones, solamente hubo dos expulsados; Blas Giunta para Boca y Patricio Yañez para el Popular. En conversación con LUN, Yañez comentó que “el balón cae al foso y un jugador de Boca va a buscarlo. El pelotero se lo da a Oyarzún y este jugador lo agrede para quitárselo. Ahí me metí yo. Parece que tiré una patada. De repente veo que varios jugadores de Boca empiezan a seguirme. Y Margas y el Coca aparecen para protegerme”.

Gabriel Mendoza también habló sobre este hecho y sostuvo que “el Pato se las dio de choro y le echó la bronca a los argentinos, a Navarro Montoya, que lo salió persiguiendo. Yo corrí para ponerme delante del Pato, mirando de frente a Navarro. El Pato seguía insultándolo y Navarro me decía ‘salí de ahí, indio’. Yo le respondía que ‘tranquilo, tranquilo’. Como no me salí, paff, me llegó el combo en el hocico. El Pato se las dio de Choro y el que se comió los combos fui yo, jajaja”.

Uno de quienes estaba más enardecido en dicho enfrentamiento era Carlos Navarro Montoya, quien golpeaba a cuanto reportero gráfico y carabinero había. Sin embargo, también le tocó recibir y fue protagonista de uno de los momentos más recordados de aquella llave; fue mordido por el perro policial, Ron.

Otro caso emblemático es el de Óscar Washington Tabárez, quien se enfrascó a golpes con un fotógrafo, quien no dudó ningún instante en defenderse con su implemento de trabajo y golpeó al D.T en el pómulo, provocándole un corte y mucha sangre. Tras eso, el estratega le quitó la cámara.

El protagonista de este hecho, Miguel Ángel Allendes, años atrás dio una entrevista a TVN y señaló que “veo que sale un tipo corriendo al frente de mi y empecé a mirar para todos lados y no había nadie y dije ‘ah, es para mí’, el técnico de Boca Juniors me tiró cinco combos y no me pegó ninguno. Y a suerte para mí y mala suerte para él, es que yo tenía una cámara y le rompí todo el pómulo a Washington Tabárez”.

También, comentó que le pagaron 1.300.000 mil pesos por su implemento pero que nunca vio nuevamente su cámara y que señaló que conversó con un dirigente argentino para ver la posibilidad de si se la podían entregar. “Le digo, ya que terminó todo este tema, devuelveme la cámara, me dice no te la voy a devolver, primero porque te la pagamos y segundo porque este es un trofeo de guerra que nos llevamos a Buenos Aires”.

Finalmente, la Batalla de Macul dejó un saldo de 8 personas heridas y 120 detenidos. Además, el director técnico de Boca Juniors junto a Blas Giunta fueron detenidos y citados a declarar, pudiendo quedar en libertad bajo fianza de 50 mil pesos.