Maximiliano Falcón llegó a Colo Colo en el peor momento deportivo de su historia: cuando peleaba al descenso. Peluca arribó al Cacique y no soltó el puesto nunca más. El uruguayo arribó al Cacique en la última parte del Campeonato Nacional 2020 y a punta de garra se consagró como uno de los puntos altos del cuadro albo.
Sin embargo, el momento gris del defensor charrúa en el cuadro albo llegó en la Supercopa ante Universidad Católica, cuando golpeó en dos ocasiones a Valber Huerta, ganándose cuatro fechas de suspensión.
En conversación con Radio Cooperativa, el uruguayo tuvo palabras para referirse al altercado que protagonizó en el partido ante los cruzados y explicó lo que sintió luego de ese incidente.
En primera instancia, Falcón señaló que “yo me di cuenta, por comentarios del club y de mi familia, que estaba un poco pasado, me estaba creyendo una cosa que no era. A algunos jugadores se les suben los pajaritos en la cabeza y es bueno que el fútbol te pegue golpes como lo que me sucedió con Católica”.
“Ahora he estado tranquilo, tomando los consejos y no solo por mí, también por mis compañeros. Jugar con uno menos es dar mucha ventaja”, agregó. Y también sostiene que “el fútbol lo vivo al límite, pero no me paso de la raya para no perjudicar al equipo. Siempre habrán equivocaciones, lo importante es no cometer el mismo error”.
Acerca del Colo Colo de esta temporada, el zaguero reconoce que “confío mucho en mis compañeros y eso se ve reflejado en la cancha, el rival al minuto 70 pide la hora. Uno puede correr y correr, pero hay que hacer goles y nosotros vamos por buen camino, aunque no jugamos perfecto a pesar de ganar 7-1″.
Finalizando, habló acerca de la competencia en su posición y afirmó que “esa es una de las mejores cosas que tenemos en el puesto, tener esa competencia es extraordinaria, obliga a superarse día a día, no solamente partido a partido. Por detalles o características termina jugando uno, pero es competencia sana. Hablamos los cuatro, hacemos chistes, nos tratamos de ‘notables’. Así nacen los grandes planteles, de la humildad”.