Como en cada ventana de fichajes, el nombre de Matías Fernández vuelve a rondar por el Monumental como un posible refuerzo, aunque ahora por primera vez puede negociar como jugador libre, algo que puede facilitar su regreso.
Sin embargo, la última palabra la tiene Mario Salas, quién tiene que ver si el 14 es útil para lo que pretende. A pesar de su innegable capacidad técnica, el volante no corre la cancha como quiere el Comandante y sus problemas físicos pueden mermar el aporte a la intensidad que pretende el DT.
Pero hay que destacar que durante esta temporada al técnico le penó la falta de variantes con capacidad de generar juego y meter ese último pase. Matías además puede jugar tanto de enganche como 8 mixto, similar a lo que hacía Pajarito Valdés.
Entre 2014 y 2015, gozó de buenos momentos con la Fiorentina actuando en un rombo lleno de talento con Borja Valero y David Pizarro, allí comenzó a retrasar su posición en la cancha, siendo un desahogo para la salida. En la Roja de Sampaoli ingresó como 10 y no desentonó, sobre todo en el 2 a 0 sobre Brasil y también tuvo que reemplazar al lesionado Charles Aránguiz en su puesto.
Además, en caso de que continúe Jorge Valdivia, el 14 puede ser un relevo de garantías cuando el Mago no pueda estar.
Otro punto en el que aporta algo diferente al resto del plantel es su buena pegada en balones detenidos. Hace años que en Colo Colo ni hay un especialista para tiros libres y es muy certero también lanzando corners.
Los problemas físicos son la gran interrogante sobre su aporte, sobre todo por las lesiones que sufrió en Colombia, pero el 2018 en México pudo jugar con bastante regularidad, por lo que es una apuesta.
Pero si hay algo que quedó claro este año, es que al Cacique le faltan jugadores en la zona media, uno mixto de buen pie y otro que tenga más corte. Matías es una opción, no se tiene que pagar por su pase, ya que termina su contrato con Junior y aunque no sea ese jugador que enamoró a toda América el 2006, todavía tiene mucho para aportar si físico lo permite.