Es sabida la identificación de Iván Zamorano con Colo Colo. A pesar de que apenas alcanzó a estar un semestre, siempre ha manifestado su cariño para el club del que es hincha y también intentó llegar a sus series menores cuando era niño, pero no fue aceptado.

Posteriormente tapó bocas. El legendario ex goleador nacional tuvo una destacada carrera en el fútbol europeo, alcanzando un sitial muy difícil para el futbolista chileno, donde además de resaltar por sus goles, mostró siempre ser un jugador con mucha garra.

 

Esa mentalidad la desarrolló gracias a episodios complicados de su vida y los recordó en diálogo con Los Tenores de Radio ADN. “A lo largo de mi carrera sufrí varios factores que determinaron mi personalidad. A los 13 años me echaron de Colo Colo, perdí a mi papá y no tuve tiempo de llorarlo por ser el hombre de la casa, esas cosas me hicieron mucho más fuerte para lograr mis objetivos”, narró.

Para Bam Bam “la parte mental es fundamental” y eso le sirvió para mejorar sus capacidades, como el cabezazo. “Yo me di cuenta de esa virtud (cabecear) a los 13 años. A partir de ese momento me podía quedar entrenando mucho y mi mejor avance fue en Cobresal, ahí me ayudaron mucho a darle más potencia. Me quedaba siempre post entrenamientos practicando el cabezazo”, agregó.

Aprovechó de repasar cómo fue rechazado para integrar las series menores de Colo Colo. “Fue duro, tenía 13 años y había una prueba muy masiva, voy y había como tres mil niños. Voy pasando hasta que quedaban poquitos, jugamos un partido donde hice tres goles. Había dos entrenadores que me dijeron que iba a quedar seguro”, contó.

Pero lo peor vino cuando llegó el jefe de cadetes: “llegó y me dijo ‘sabes que, tienes muchas condiciones, pero dile a tu mamá que te dé unas cazuelas porque eres muy flaquito y bajito. Lo más importante es que vayas a la casa, te alimentes bien y vuelvas el próximo año’. Es duro para un chico, porque no te echan por tus condiciones, sino por ser muy bajo".

 

 

De todas maneras reitera en que ese episodio le ayudó a progresar. "Son cosas que me hicieron más fuerte. Volví al barrio y ahí apareció don Mario Herrera, me sacó y me llevó a las divisiones inferiores de Cobresal”, completó.