Parece ser tímido y prefiere escuchar a los adultos antes que hablar, pero dentro de la cancha es un líder y no escatima en gritarle instrucciones a los defensas. Así es, más o menos, Julio Fierro Díaz, arquero de Colo Colo y una de las grandes figuras que tiene la selección chilena sub 17. 

Cuando todos los medios hablaban de "la joyita" de la cantera alba, en medio del Sudamericano que disputaba Chile en territorio peruano, Fierro sólo pensaba en una cosa: "hacer las cosas paso a paso". Esa es la forma en la que le enseñaron que se puede avanzar, y esa es la forma que lo ayudó a sobreponerse a las críticas y la falta de confianza que tenían en él.

¿Y si hubiese sido delantero? 

El portero llegó a las escuelas de Colo Colo a los cuatro años, pero no le gustó mucho la idea. Él quería entrenar en alguna categoría más grande, con un torneo, pero no podía porque todavía era muy pequeño de edad. Mientras tanto, quedó a cargo de Lizardo Garrido y Ángel Cabrera. 

"Ellos me dejaron acá en las escuelas entrenando hasta que por fin pasé a cadete, a los siete años, cuando no había sub 7 y sólo había sub 8", cuenta recordando sus inicios en el fútbol. 

Y el comienzo del camino que lo llevó a pararse bajo los tres tubos no fue fácil, porque pese a que en su familia ya había antecedentes de poteros, para él querían otra cosa. 

"Partí siendo arquero porque mi papá jugaba al arco y mi abuelo también jugó ahí. Pero a mi papá no le gustaba que yo fuera arquero, siempre quiso que yo jugara adelante. Yo tomé la decisión cuando tenía cuatro años, y después de eso me apoyó y me enseño lo que él pudo". 

De familia futbolera, el camino de ahí en más fue sólo de orgullo y apoyo desmedido, más aún sabiendo que "en el equipo de sus amores estaba yo", cuenta Julio Fierro a Dale Albo. "Mis primos, mi abuelo, mis tíos, a todos les gusta el fútbol. Mi abuelo por parte de papá y mi mamá son hinchas del Colo a morir".

"En Colo Colo no vas a debutar nunca"

Pero pese al soporte y protección de su familia, de igual manera le tocó lidiar con obstáculos en el camino. El portero cuenta que lo más difícil en su corta carrera ha sido "que nadie cree que yo pueda jugar en el plantel". 

"Cuando yo tenía 13 años me llamaron a la selección y yo estaba emocionado, mi primera citación, hasta que una persona va y me dice: —pero en Colo-Colo no vas a debutar nunca—. Y yo dije: —ya, bueno—. Yo siempre soy más tímido con los adultos, como que los escucho y me gusta escuchar a los más viejos porque ellos han vivido más años que yo y tienen más experiencia". 

Escuchar y avanzar. Pese a que cuando era mas chico las personas lo miraban pensando "no vas a ser arquero", a sus 17 años Julio Fierro está seguro de que haciendo las cosas paso a paso y tranquilamente se pueden lograr los sueños y cumplir las metas. 

Ejemplo de valor

"Yo tengo una historia con mi abuela...", dice emocionado el portero titular de la selección chilena sub 17. Cuenta que es una de las personas más importante en su vida. En los partidos que juega trata siempre de recordarla a ella, la mujer que lo acompañaba en micro a los entrenamientos.

"Yo en Las Condes tenía que estar a las cinco y salía a las cuatro del colegio, asi que me vestía en la micro. Una vez un profe me vio en la micro vistiéndome y me preguntó por qué hacía eso. Le dije que si no, no llegaba a la hora, tenía que correr. Una vez me puse a llorar porque la micro se echó a perder, se quedó en pana y no iba a alcanzar a llegar al entrenamiento". 

Hoy está más grande y más maduro. Dice que su mayor fortaleza es la mentalidad, pero que tuvo que trabajar muchísimo para lograrlo. 

"Cuando chico era un fracaso en eso. Después de los partidos salía enojado o no quería hablar con nadie. Pero es un partido y después viene otro.. el fútbol siempre da revanchas asi que uno se tiene que levantar". 

El sueño mundial

Tenían a todo un país expectante. Un torneo que comenzó como cualquier otro, terminó con el plantel siendo recibido en el Palacio de La Moneda por el presidente Sebastián Piñera y con los muchachos celebrando la clasificación al mundial de la categoría. 

Los espera Brasil en noviembre próximo y aunque están nerviosos, quieren dejar bien puesto el nombre de Chile, dice el arquero titular y líder de La Roja sub 17. 

"Me siento un líder porque más que nada tengo que apoyar a mi equipo desde atrás, porque tengo toda la visión de la cancha y puedo ayudarlos por las espaldas de ellos. Me tocó subirles el ánimo después de los partidos que perdimos y era muy difícil asimilar la derrota", asegura pensando ya en la competencia que tendrá a las mejores selecciones. 

- ¿Cuál es el delantero que nunca te gustaría enfrentar? 

- Ninguno. Algún día los tengo que enfrentar a todos y saber cómo resolver las cosas.