Magallanes y Cobreloa eran los encargados de que se volviera a jugar fútbol tras cuatro semanas de suspensión, en un duelo pactado para las 12:00 horas en el Estadio Municipal de La Pintana, correspondiente a la fecha 27 de la Primera B.
A pesar de que varios sectores se opusieron al regreso a las canchas y de solicitar que existieran las medidas mínimas de seguridad para jugar, la ANFP desestimó las voces e insistió con mantener su programación.
El resultado no pudo ser más vergonzoso, el partido se suspendió pocos minutos antes de disputarse y los jugadores de Cobreloa tuvieron que trasladarse desde Calama a Santiago sólo para pasar rabias.
En Quilín confiaron en la tesis de Carabineros de que el partido se podía jugar a puertas cerradas. Sin embargo, en la Corporación Municipal de La Pintana están adheridos al paro nacional convocado para la presente jornada, lo que generó una tensa reunión en la cancha.
Crónica de una muerte anunciada, un momento vergonzoso que tiene nombre y apellido. Ahora desde la ANFP tendrán que definir que pasará con los otros partidos pactados para esta semana ¿Jugará Colo Colo?