Tras la compra de acciones que le permitió a Aníbal Mosa llegar al 35% de la propiedad de Blanco y Negro, el bloque del ex presidente de la concesionaria busca devolver el golpe inesperado que recibieron en abril: piden la renuncia de Gabriel Ruiz-Tagle por vender títulos que lo ayudaron a entrar al directorio o bien, tras el 21 de junio, convocarán a una junta extraordinaria de accionistas para resolver el tema.
Ante esto, el actual mandamás reaccionó. “Me parece lamentable que parte del directorio esté más preocupada de cómo recuperar el control de club que de sacar adelante la institución. Llegamos de manera legítima a presidir este directorio, con el apoyo de los accionistas minoritarios”, comentó en diálogo con El Mercurio.
Desde su sector, además, apuntaron que “de darse una nueva elección, hay que ver las fuerzas accionarias. Nadie esperaba, por ejemplo, que sucediera lo que pasó en abril”.
Finalmente, el ex ministro expresó que “hemos sido capaces de presentar un plan de trabajo concreto y así dejar atrás el complejo escenario heredado de la administración anterior”.