Llegó a Colo Colo de la mano de José Luis Sierra a comienzos de 2016. Julio Barroso ya era el líder indiscutido de la zaga, pero necesitaba un socio, alguien que lo pudiera relevar cuando se ausentara.

El elegido fue Matías Zaldivia, un desconocido para el medio chileno, su llegada generó cuestionamientos de un gran número de hinchas que clama por nombres calados para volver a competir internacionalmente. Pese a las críticas, rápidamente agarra una titularidad que no soltó más.

"Cuando llegué por ahí fue difícil porque muchos habían hablado que no tenía un nombre, muchos no me conocían y me criticaron sin verme jugar, eso me dolió, me molestó, pero era entendible por no traer un gran nombre. Una vez que comencé a jugar sentí inmediatamente el cariño de la gente", contó en una entrevista al CSD Colo-Colo el año pasado.

Defensor de mucha personalidad, aguerrido, siempre va al roce, amor propio y en ocasiones ofrece una vistosa salida con balón dominado. Atributos que hicieron que el hincha colocolino se encariñara con su juego.

Zaldivia es un hombre sencillo que responde a ese afecto sacándose selfies sonriendo con cada fanático que se lo pide a la salida de las prácticas.

Uno de sus mejores recuerdos en el club fue su primer gol. Se lo hizo a Universidad Católica en el Estadio Monumental, duelo en que la galería Arica estaba vacía por sanción.

"Fue especial porque bueno, fue mi primer gol acá, en un clásico, además estaba mi mamá que venía por primera vez y estaba en Rapa Nui, entonces se lo dediqué a ella", comentó.

Pese a que estaba en un gran momento personal, la mala suerte le llegó de la peor forma. Disputaba la fase previa de Copa Libertadores ante Botafogo y se rompió el ligamento cruzado, estando seis meses sin jugar.

"Fue uno de los momentos más duros de mi carrera porque nunca me había pasado algo igual. En el partido, cuando me lesiono, quiero volver a jugar porque nunca había sentido algo igual y sentía que la rodilla se me movía para todos lados, no quería salir y luego se me hizo imposible porque se me había trabado la rodilla y en los estudios salió que me había cortado los ligamentos. Fue doloroso, porque en el partido de local no pudimos y sentía un dolor doble", se lamentó Zaldivia en su entrevista con el club.

Se recuperó y pese a la inactividad, se mantuvo como un indiscutido para Pablo Guede el segundo semestre de 2017. Por el tiempo que estuvo parado, se volvió un "refuerzo" más de aquel plantel que dejó escapar increíblemente un titulo ante la Universidad de Chile semanas antes y fue fundamental.

Logra su primer Torneo Nacional con el Cacique, "Yo tenía una espina porque se me escaparon los torneos, primero con el ‘Coto’ (José Luis Sierra), y luego la lesión así que conseguir el que vino fue algo muy lindo", reconoció.

En la actualidad tiene la opción concreta de partir por un ofrecimiento que le hizo el Al-Ahli de Arabia Saudita, actualmente dirigido por su ex entrenador, Pablo Guede. Pero Zaldivia está enfocado en Colo Colo, ha dicho que no tiene prisa por partir, ya que en se siente querido e identificado con la institución.

Los hinchas que en algún momento dudaron de su llegada, claman porque se quede uno de sus favoritos en una posición donde no le sobran alternativas a los albos. Felices 28 años Matías Zaldivia.