Se celebraba la reunión de socios del Club Magallanes, en la cual un grupo de jugadores demandaba a la dirigencia del club carabelero par que se les otorgara más oportunidades de jugar a los miembros jóvenes, en desmedro de los titulares que ya no estaban rindiendo, pero eran inamovibles en el equipo.

Aquel grupo de jóvenes también exigían que se profesionalizara la institución, que hubiera un pago regular a sus jugadores y que nadie podía jugar con el nombre, sino por su estado de forma. Este hecho que fue rechazado por parte del plantel, dirigentes y socios de la Academia.

Uno de los disconformes era David Arellano, alguien que estaba en posición de ser el próximo capitán de Magallanes y se le impidió que fuese elegido como tal, ya que era el que encabezaba a ese grupo de jugadores rebeldes.

Juan Quiñones era otro de los cabecillas de este grupo, quizás el que tuvo el tono más conciliador, ya que buscaba a toda costa acercar a las partes tratando de convencer a los dirigentes que los escucharan. Sus esfuerzos eran inútiles.

Fue ese el momento en que David Arellano, cansado de la arrogancia y soberbia de aquellos tozudos directivos, decide que no hay nada más de que hablar. "Vámonos Quiñones, deja que jueguen los viejos", gritó aquel disconforme líder.

Se cansó de que no se pudiera hacer nada para mejorar lo existente y luego de todo ese ambiente de hostilidad, Arellano y los jugadores rebeldes abandonan la asamblea y también Magallanes.

Deciden dirigirse al Bar Quitapenas, que se encuentra frente al Cementerio General, lugar donde nace la idea de crear un nuevo club. Fue la primera estrella de una constelación que estaba por nacer.

Para fundar la nueva institución, surgieron nombres como Arturo Prat o Independiente, pero un joven llamado Luis Contreras pensó en algo que tuviera un significado más transversal, un cacique araucano: Colo Colo.

Estos hombres que pasaron a la historia fueron: David Arellano, Francisco Arellano, Rubén Arroyo, Nicolás Arroyo, Luis Mancilla, Clemente Acuña, Juan Quiñones, Rubén Sepúlveda, Luis Contreras, Salvador Torres, Togo Bascuñán, Guillermo Cáceres y Armando Stavelot.

Esto es parte de la historia del nacimiento de un club con una esencia tan honorable como es Colo Colo, por la convicción de siempre querer superarse y ser los mejores a través de una actividad sana como es el deporte, algo que surgió del trabajo en equipo que significó la fundación de una institución que se volvió un verdadero emblema para millones de hinchas.

¡Vámonos Quiñones! Fundemos Colo Colo.