Hablar de Claudio Arbiza es referirse a grandes épocas de Colo Colo. El ex portero uruguayo fue el guardameta titular en la histórica campaña del año 1997 en el plano internacional. El equipo que dirigía Gustavo Benítez llegó hasta las semifinales de la Copa Libertadores de América.

Si bien ese año fue memorable para el pueblo colocolino, significa recordar una herida para muchos. La ilusión de lograr una segunda Copa Libertadores era latente para todos los hinchas y aquello se debía al gran plantel con el que contaba el club, el cual incluía nombres de la talla de Marcelo Espina, Ivo Basay y Pedro Reyes.

La gran deuda de Arbiza

Popeye estuvo como invitado en el programa “La Previa de DaleAlbo con Valladares” para hablar sobre lo que fue su experiencia en El Cacique y de paso, recordar lo que fue aquella campaña internacional: “Yo creo que ese fue un equipo espectacular en todo nivel. Teníamos un plantel que tenía gente importante. Lo único que le faltó fue lograr algo internacional, eso hubiese sido la frutilla de la torta. Yo creo que a cada uno de ese grupo le quedó la sensación de que se podía lograr.

Al momento de hablar sobre la unión que había al interior del plantel, el ex arquero del Eterno Campeón fue claro: “Ese grupo era un grupo que creyó en Gustavo Benítez. En la medida que se fueron logrando cosas el grupo se fue cerrando mucho más, no diría que era un grupo de amigos, pero sí de compañeros que lo entregaban todo en pos de Colo Colo y conseguir la victoria. Lo único que faltó fue conseguir la frutilla de la torta”.

Los años 90’ son recordados por nostalgia por muchos, debido a la calidad de jugadores que había en el Cacique y Arbiza lo destacó: “Tenías a Ivo Basay que era un caudillo, Juan Carlos González, Pedro Reyes, Sierra, Barti, Espina, era gente importante. Teníamos gente importante en el camarín. Ivo Basay era un capitán sin jineta, el se preocupaba por todo y era muy respetado.

Para finalizar, Claudio Arbiza se llenó de orgullo a la hora de referirse a la jerarquía de ese equipo: “Recuerdo que nos poníamos de pie frente a Boca, Estudiantes, Nacional, Cruzeiro y tal vez podíamos perder, pero estábamos convencidos que el que nos quisiera ganar, debía sudar sangre. Asimismo, estábamos convencidos que el Estadio Monumental era nuestra casa y allí no nos podía ganar nadie. El que se iba con la victoria de allí es porque tuvimos una noche mala o simplemente hicieron cosas maravillosas. Hicimos del Monumental nuestra casa y allí nadie nos hacía daño”