Finalizó este viernes el periodo de dos años en que estuvo como presidente de Blanco y Negro el director Alfredo Stöhwing, luego de presidir la junta de accionistas en el Estadio Monumental. La votación del directorio fue estrecha, pero justa para que comience la tercera etapa de Aníbal Mosa como timonel de la concesionaria.
Cuatro votos recibió Stöhwing en la reunión del directorio (todos del bloque Vial/Ruiz-Tagle), mientras que cinco recibió Mosa (los tres del bloque Mosa más dos del CSD Colo Colo). Aquella votación era la más esperada, considerando que desde hace días que el bloque encabezado por Matías Camacho declinó darle nuevamente su apoyo a quien era hasta esta mañana el presidente de ByN.
La maniobra de Eduardo Loyola en Blanco y Negro
En la propia votación, además de determinarse que Mosa sería electo presidente de Blanco y Negro por los próximos tres años, se votó por su vicepresidente, el cual será Eduardo Loyola, uno de los tres que forman parte del bloque del empresario puertomontino.
La maniobra de Loyola no deja de ser extraña, ya que el pasado 28 de marzo renunció a la sociedad anónima, lo que obligó a que hayan elecciones y, por ende, nueva presidencia. La jugada le salió perfecta a Mosa, ya que logró convencer al CSD Colo Colo para ser elegido presidente, mientras que en la votación del directorio no sorprendió con un nuevo miembro, sino que logró que sea el propio Eduardo Loyola.
En casi un mes, Loyola pasó de estar fuera de la mesa directiva, a erigirse como el vicepresidente, cargo que ostentaba Ángel Maulén. Stöhwing, sin pelos en la lengua, criticó la jugada en declaraciones recabadas por La Tercera:
“Obviamente la vuelta de Aníbal y la forma estratégica, que un director renuncie y después vuelve a ser director, yo lo encuentro una falta de respeto y una burla. De que para gatillar una elección renuncie con un determinado discurso, de que hay un compromiso, qué sé yo; y antes del mes esté de vuelta nominado nuevamente al directorio. Es una falta de respeto para todos los hinchas”, cerró.