Colo Colo cayó ante Universidad de Chile en el Estadio Monumental, en un partido donde se tomaron medidas de seguridad como reducción de aforo y prohibición de entradas a hinchada visitante para evitar desmanes en el recinto de Pedrero.

Sin embargo, el clásico del fútbol chileno, donde se enfrentan los equipos más populares, lamentablemente tuvo incidentes entre barristas en otros sectores de Santiago una vez finalizó el partido. Lo grave es la lamentable muerte de un hincha de Colo Colo, a manos de presuntos barristas de la U.

De acuerdo a información de radio ADN, la víctima es José Tapia, un hombre de 28 años proveniente de la localidad de Llay-Llay, que vino a la capital para ver el partido en el Monumental. Horas después del compromiso en Macul, previo a su retorno a la región de Valparaíso, se detuvo en una botillería ubicada en la avenida Departamental, comuna de San Miguel.

En el lugar fue atacado a golpes por otros barristas, e incluso se produjeron disparos, uno de los cuales le produjo la muerte en el Hospital San Francisco de Llay-Llay. Por la grave situación en la que se vieron involucrados, sus compañeros lo subieron malherido al bus arrendado en el que se trasladaban y se fueron directamente a su ciudad, no llevándolo a un centro asistencial cercano porque los victimarios los persiguieron en vehículos. La Policía de Investigaciones (PDI) se encuentra recabando antecedentes del caso.

El relato de un testigo sobre el hincha de Colo Colo fallecido

Un testigo entregó información a radio ADN sobre lo que ocurrió en la comuna de San Miguel, y que terminó con un hincha albo fallecido: “El chico estaba comprando cervezas, era uno solo. Y estaba esperando a otros amigos, y de repente veo que viene cruzando más gente, pensando que eran barristas de Colo Colo, y uno fue directo a él para robarle el gorro”.

Fue directo con un palo y ahí empezaron a tirar fierros. De hecho, con uno de esos palos de golf le empezaron a pegar en la cabeza“, detalla sobre los golpes que recibió antes de que se produjeran los disparos.

Una terrible situación que empaña el clásico del fútbol chileno, y que se suma a los innumerables episodios de violencia entre barristas en las últimas décadas.