Pese a que ya tenía el rótulo de Niño Maravilla y deslumbraba con su talento en Cobreloa, Alexis Sánchez todavía era menor de edad cuando llegó a Colo Colo, por lo que aún tenía que aprender muchos conceptos del fútbol.
En conversación con DaleAlbo, Álvaro Ormeño desclasificó algunas anécdotas del Tocopillano en el Cacique y sus diferencias con el carácter de Arturo Vidal, otro juvenil que destacaba en el equipo.
“Era un chiste. Arturo Vidal era más canchero, pero es santiaguino, tenía barrio, ya andaba en las carreras, se metía al hipódromo a todos lados. Alexis no, el venía del norte, como dice el Kalule, era como un perrito nuevo”, contó.
“Tiene varias anécdotas de como hablaba, porque hablaba muy rápido, no le entendíamos nada. No sabía cuánto ganaba, contó que el representante le pasaba una tarjeta y sólo gastaba. Era un niño, un poco inocente porque venía de Tocopilla, no tenía la cancha que tenía Vidal”, agregó.
El ex lateral reveló algunos aspectos de su personalidad y una peculiar lección que le tuvo que dar Claudio Borghi en sus primeros partidos con el Popular.
“No se sabía ni el himno nacional cuando se lo preguntó el Bichi. Tampoco diferenciaba la derecha con la izquierda, un día el Bichi le dice que se cargue por la izquierda contra Huachipato, y estuvo todo el primer tiempo por la derecha. En el entre tiempo le dice ‘¿sabí cuál es la derecha o izquierda? Te dije todo el rato que jugaras por la izquierda’ y ahí le dice ‘pero si por ahí estoy jugando’. Pero en verdad estuvo 45 minutos jugando para el otro lado”, narró entre risas.
El actual técnico de la sub 12 contó también como era su relación con sus otros compañeros y no se guardó elogios para lo que demostraba en cancha frente a rivales extranjeros, a pesar de su corta edad.
“Cuando llega, fue cuando jugábamos miércoles y domingo, entonces pasábamos concentrados. El concentraba con Jérez y aún era muy niño, tenía apenas 17 años. De repente le llegaban sus puteadas porque no le tocaba la pelota a nadie. Quería jugar solo, en varios partidos tenía para tocar y no lo hacía, entonces se comió puteadas mías, de Chupete, de Arturo (Sanhueza), todos le llamaban la atención por eso, aunque esa desfachatez que tenía para jugar impresionaba, a los mexicanos o argentinos los bailó”, recordó.
De ahí sólo tuvo elogios para Alexis y su incesante lucha pararecuperar balones: “Lo que hacía en esa Sudamericana era impresionante, todas las pelotas que robaba, era un privilegio jugar con él. Era un delantero que robaba 10 o 15 balones por partido, no dejaba jugar a los defensas rivales tranquilos”.
“Nos hacía reír bastante, era muy divertido. Bueno para bailar, para imitar, un chiste”, completó Ormeño.