Agustín Orión: No tuvo mayor trabajo y respondió a la altura en los dos remates que le mandó Rentería. En el gol nada que hacer.
Matías Zaldivia: Hacía un partido correcto, aunque en la jugada de gol se le metió Vladimir Hernández por la espalda mientras pedía un offside que nunca existió.
Juan Manuel Insaurralde: Fue el mejor de Colo Colo. Oficio, se mostró “copero”, bien por arriba y también por bajo. Demostró los años de circo y el partido no le quedó para nada grande.
Claudio Baeza: Mejoró con respecto a su presentación ante O’Higgins, donde estuvo muy bajo en la mitad del campo. Dio correcta salida por izquierda y no cometió mayores yerros.
Óscar Opazo: Tuvo un aceptable primer tiempo, aunque le faltó fineza en la puntada final para ocasionar más peligro. Luego se fue quedando.
Jaime Valdés: Bajo partido. Errático a la hora de dar salida y algo agotado ya en el segundo tiempo.
Carlos Carmona: Hacía un muy buen partido, con tres barridas excepcionales para evitar contras de Atlético Nacional, pero en una jugada relativamente simple la perdió, se quedó y por ese descampado Campuzano hizo lo que quiso. Ese tipo de errores no te los perdonan en la Copa.
Gabriel Suazo: Discreta presentación. Nula profundidad, trató de aguantar a Helibelton Palacios que por ese lado trabajaba con Lucumí y si bien en esa tarea no estuvo del todo mal, le faltó para ser un arma que otorgara respuestas como, al menos, lo intentó Opazo por el otro lado.
Jorge Valdivia: Tuvo buenos pasajes cuando promediaba el primer tiempo, driblando rivales, encarando y entusiasmando a la gente. Luego se fue apagando.
Octavio Rivero: Se le notó que está falto de ritmo tras su operación. Voluntarioso, trató de corretear, pero entre la falta de fútbol y lo poco asistido que estuvo no pudo desequilibrar. Dio lo que tenía.
Esteban Paredes: No pudo desequilibrar, pero tampoco le llegaron balones con ventaja en ningún momento. Intentó bajando a recuperar balones, sobre todo en el segundo tiempo, y amagó con alguna buena acción en la primera etapa, como un buen túnel para sacarse a un marcador, pero no fue suficiente.
(68’) Brayan Véjar: La idea era que encarara a Helibelton Palacios y lo hizo, pero sin el peso específico necesario para causar peligro. La mejor que tuvo fue una que lo encontró por derecha en el área rival donde trató un autopase que casi le sale.
(68’) Benjamín Berríos: Si iba a entrar, debió ser por Jaime Valdés que no estaba en su noche y se veía agotado. Pero la apuesta de igualar el mediocampo no funcionó y Colo Colo no encontró nunca respuestas desde esa zona.
(77’) Nicolás Orellana: Entró en menos de 10 minutos luego de que Colo Colo se quedara con un sólo punta para volver a dos. Trató de pelear, pero no pudo hacer mucho. Si iba a ingresar, debió hacerlo directamente por Rivero en un puesto por puesto y lo mismo Berríos con Valdés poco antes.
DT Pablo Guede: En el inicio el partido se dio parejo, de tú a tú y con un buen ritmo. Ninguno de los equipos logró profundizar demasiado y Colo Colo intentó arrimarse al área de Atlético Nacional, pero no llegaba a inquietar a Fernando Monetti. En el complemento, Jorge Almirón decidió poblar un poco más el mediocampo y la reacción de los cambios no fue la adecuada. Quizás el ingreso de Brayan Véjar por Gabriel Suazo se justificaba para encarar más a Helibelton Palacios, pero el de Benjamín Berríos por Octavio Rivero dejó náufrago a Esteban Paredes y no le dio el peso específico necesario a Colo Colo en mitad de campo. De hecho, tuvo que “deshacerlo” mandando a Nicolás Orellana por Jaime Valdés, quien debió salir en primer lugar si la idea era poner al Topo y luego relevar al uruguayo por el zurdo si estaba agotado. Es más, el cambio lo iba a hacer antes del gol de Nacional pero decidió mantenerlo pese a que ya estaba en desventaja. En el segundo tiempo se notó un peso internacional contundente del Verdolaga, que mandó como si nada al campo al promisorio Jorman Campuzano, que fue el causante del gol en primer término, a Aldo Leao Ramírez, seleccionado y a Gonzalo Castellani, ex Boca, como si nada y dándose el lujo de dejar a Dayro Moreno en el banco ante un Cacique se quedaba sin respuestas. De todas formas, esto recién empieza y el objetivo es clasificar. Ahora hay que ir a buscar puntos a Bolivia y rearmarse.