Pablo Soto: Era su primer partido oficial en el profesionalismo y se entienden los nervios. De todas formas, llama la atención que un arquero de ya 18 años no pueda jugar un balón bien con los pies, aunque no es su culpa, sino que un llamado de atención para los formadores.
José Pedro Fuenzalida: Errático, dejó muchas veces “botado” su sector y tampoco produjo mucho en ofensiva salvo un par de paredes con Fierro.
Christian Vilches: Algo lento, a destiempo y se cayó en una jugada que pudo terminar en gol. Quizás puede ser un correcto “segundo a bordo”, con un “patrón” al lado que ordene la defensa.
Luis Mena: Bajísimo lo del capitán. El pequeño John Agüero, literalmente, le dio “un baile”. Le quebró la cintura en innumerables oportunidades, le metió un par de bicicletas y lo desbordó con total soltura.
Lucas Domínguez: No se encuentra como lateral. Cuando sube lo hace sin convencimiento y no es difícil llevárselo.
Gonzalo Fierro: Definitivamente, no puede jugar de volante de contención. Se desordena, tiene a ir al ataque y finalmente no cumple ninguna de las dos labores. Donde sí estuvo correcto fue relevando un par de veces a Fuenzalida en la marca en la zona del lateral derecho.
Esteban Pavez: Un par de pelotas bien recuperadas y no mucho más para uno que terminó en muy buen nivel el torneo pasado.
Emiliano Vecchio: Partió bien, mostrándose, conduciendo y después desapareció por completo. Tanto que fue reemplazado.
Emilio Hernández: Su paso por la cancha fue totalmente inadvertido, no gravitó.
Carlos Muñoz: Mostró ganas, trató de pelear un par de balones pero le notaba incómodo. Seguramente su situación personal y la incertidumbre sobre su futuro también le jugaron una mala pasada.
Mauro Olivi: Quizás el más correcto pero no tanto por funcionamiento, sino porque se atrevió a pegarle para provocar el primer gol y luego “inventó” el penal que él mismo cambió por gol, aunque el foul haya sido fuera del área.
(56″) Jason Silva: Algo nervioso y timorato. Se fue soltando con el correr de los minutos y se las ingenió para sacar una falta y lanzar un par de veces al arco. Puede ser aporte interesante siempre y cuando tenga la jerarquía para asumir su labor y saber dónde está parado.
(56″) Felipe Flores: Errático, no terminó bien las jugadas y coronó todo pidiendo un penal que marró. Ese lanzamiento debió quedar en pies o del designado o de Olivi, que venía de anotar dos tantos.
(75″) Fabián Benítez: No entró mal el paraguayo. Si bien quizás le faltó decisión para terminar un par de jugadas, empujó al equipo y ordenó bastante el “despelote” que había al centro del campo. Hay que verlo desde el arranque.
DT Gustavo Benítez: El equipo algo más compacto que se había logrado ver por pasajes en Antofagasta desapareció por completo. El adiestrador lo atribuyó al nerviosismo de sus jugadores pero un futbolista de Colo Colo no se puede poner tenso en un partido de Copa Chile ante Unión San Felipe. Si es así, ¿qué queda para un clásico o lo internacional? Aunque si eso fue de esta manera, sólo le da la razón en que faltan líderes dentro del 11 titular. Punto aparte para la ejecución del segundo penal. Debió venir una orden del banco firme con respecto al designado para patear. Con Labruna y González el primero era Fierro (que ya no estaba) y el segundo Muñoz, pero si ya había ejecutado Olivi y venía con confianza, no tenía nada que hacer ahí Flores.
Foto: Agencia UNO