Los tendones son popularmente conocidos como el tejido conectivo del organismo, los que en conjunto a los tejidos óseo y muscular, forman parte de la estructura básica del sistema locomotor. En particular, el tendón de Aquiles es el tendón conjunto de los músculos gemelos y sóleo, y su principal motivo de rotura se debe al desgaste o a la mala calidad del mismo. Por ello, éste tejido conectivo del organismo no se lesiona de un día para otro, sino que ocurre en consecuencia de lo que se denomina “microtrauma repetitivo” o permanente sobrexigencia de la zona, produciéndose considerables cambios estructurales en el tendón.
Su causa traumática más común es la contracción brusca del tendón. Según especialistas de Clínica MEDS, “no es habitual que éste se corte pero cuando ocurre es muy importante cuidarlo y atenderlo de la mejor manera, ya que una afección de éste tipo significa largos meses de recuperación”. Además agregan que, “si la rehabilitación no se realiza en forma adecuada es muy probable que el paciente sufra de dolores crónicos, pierda la flexión plantar del pie y se vea dificultada su marcha normal”.
Los síntomas más habituales en la rotura del tendón son, la imposibilidad de ocupar los apoyos normales sobre las cabezas de los metatarsianos, además de cojera. “Para determinar si se trata efectivamente de ésta dolencia, el apoyo de imágenes (o en este caso particular una resonancia magnética) es fundamental para detectar la magnitud de la lesión”, explican los especialistas de MEDS.
¿Por qué se produce la ruptura? Generalmente se origina en tejidos degenerados o de mala calidad. Por ejemplo, una tendinitis mal tratada puede derivar en una ruptura parcial o total, ya que la degeneración del tendón avanza con el tiempo y debilita la resistencia del tejido tendinoso.
Dicha afección se presenta con más frecuencia en deportes que tienen alto impacto con el suelo y en donde se involucran cambios bruscos de velocidad y dirección, o movimientos repetitivos como correr y saltar.
En cuanto a la intervención quirúrgica, el Dr. Julio César Botello de Clínica MEDS comenta la importancia de ésta, únicamente, cuando el paciente se ve imposibilitado de despegar el talón del suelo y cuando su marcha normal se ve alterada. “De acuerdo a ello, el objetivo de una cirugía será juntar los extremos cortados del tendón de Aquiles y suturarlos para que se mantengan unidos durante el período de cicatrización. Sobre ésta base y si la persona practica deportes, la consecuencia será mantenerse inactivo por alrededor de 3 y 4 meses como mínimo”, añade el profesional.
A la hora del tratamiento resulta clave una buena rehabilitación kinésica, puesto que el objetivo es que el paciente no presente secuelas de ningún tipo. Se debe recuperar la función del pie, fortaleciendo y flexibilizando el tríceps sural, ya que de ésta forma disminuirá el dolor postoperatorio, bajará la inflamación y se llevará a cabo una reintegración gradual y segura al deporte y la actividad diaria.