Damián Pérez llegó, se puso la camiseta de Colo Colo y ya es titular indiscutido como lateral o volante por la izquierda, un puesto sensible para el Cacique en los últimos años que parece dejar de haber sido tiempo tras su arribo.
Pero como a muchas personas, al zurdo le ha tocado vivir momentos duros. Quizás el que más fue el fallecimiento de su madre por un cáncer en 2015.
“Ella fue la que incentivó mi carrera. Cuando no había plata, la conseguía como fuese para poder llevarme a entrenar. Me tatué su rostro una semana después de su muerte. Lo tenía pensado. Mi vieja estaba enferma desde antes, pero el 2015 fue la parte más jodida. Yo estaba en Vélez Sarsfield e iba a entrenar sin dormir. Sufrió mucho. Por suerte me pudo ver debutar en Primera, que era lo que ella quería”, comentó el ex Xolos a LUN sobre Sandra Ojeda, su progenitora, a quien lleva tatuada con su nombre y su retrato en un muslo.
“Siempre estuvo para lo que necesitara. A veces no comía para que nosotros pudiéramos comer. Si necesitaba botines para entrenar, los conseguía. Nunca nos faltó nada gracias a ella y mi viejo. También me lo voy a tatuar a él. Me hubiese encantado que mi mamá pudiera vivir este presente lindo conmigo, pero estoy seguro que me está mirando desde arriba”, agregó.
De sus inicios en el fútbol, relató que “en el barrio creían que yo no iba a llegar a jugar profesionalmente, porque era vago. Pero me encantaba jugar en la cancha que estaba a tres cuadras de mi casa. Me quedaba ahí toda la tarde y me invitaban a pichangas con mis hermanos y también con desconocidos. Era la galleta. Jugaba como cuatro partidos. Vago porque no me gustaba entrenar, pero sí jugar en el barrio con los amigos”.
Pero ahora es todo felicidad en Colo Colo, donde Matías Zaldivia, que fue compañero de él en Arsenal, jugó un papel clave en su llegada. “Se puso pesado, jajajaja. Me llamaba y mandaba mensajes todos los días. Ahora comparto pieza con él en la concentración. Es un gran amigo que me ha dado el fútbol”, comentó.
¿Qué apodo le tienen en el plantel? “El Chaco Insaurralde me dice de todo, pero en cada plantel que paso me bautizan como Enano por mi estatura (1.68). Ya estoy acostumbrado”, bromeó.
Finalmente, contó algo de su vida en Santiago. “Bien, es muy lindo. Ahora estoy viviendo en un departamento cerca del mall Parque Arauco con mi novia Evelyn. Está bueno para que pueda pasear y se entretenga cuando se queda sola por mis concentraciones y viajes. También se está haciendo amiga de las señoras de mis compañeros argentinos del plantel”, cerró.