Jorge Valdivia la rompió ante Delfín y, tras el triunfo que dejó vivo a Colo Colo en la Libertadores, comentó que “fue demasiado extraño, llegamos, se cortó la luz, estábamos a full con la concentración, la motivación, estábamos desesperados por jugar. Pero nos concentramos rápido, nos pusimos a mil con lo que significaba el partido, lo tomamos como tal. Hicimos un primer tiempo extraordinario, presionamos cuando debíamos, matamos cuando debíamos matar. Sufrimos de inocentes, de confiados, porque teníamos un hombre más y estábamos 2-0. Automáticamente no pudimos repetir lo del primer tiempo. Pero creo que hicimos un partido inteligente y ganamos, que era lo más importante”.

“Presión vamos a tener siempre, Colo Colo es presión diaria, esto es Colo Colo. Llegamos a Manta con la ilusión y con la seguridad y la confianza de que era ahora o no teníamos más opciones. Hicimos un partido muy inteligente, en el primer tiempo mandamos dentro de la cancha, presionamos en todos los sectores, aprovechamos producto de esa presión, hicimos dos goles y nos creamos algunas otras ocasiones que, con un poco más de tranquilidad, nos hubiésemos ido con más calma. Ellos tenían un jugador menos. Terminamos sufriendo innecesariamente, la humedad te quitaba energía. Pero más que hablar que se terminó sufriendo hay que resaltar que este equipo vino a Manta a buscar la clasificación en una cancha horrible, es una cancha malísima para nosotros que nos gusta jugar a ras de piso. Nos sobrepusimos y quedamos vivos”, agregó.

Profundizando en su análisis, expresó que “ellos salieron un poquito más y todo lo que nos faltó en Santiago hoy lo doblamos: mucha entrega de todos los jugadores, marcamos arriba, presionamos la salida de ellos, robamos muchas pelotas en campo contrario y eso nos ayudó a estar más cerca del arco de ellos. Cada jugador quiso, ayudó, corrió, sufrimos cuando teníamos que sufrir, presionamos, fuimos un equipo sólido en una cancha difícil. Y nos sobrepusimos a la ansiedad que traíamos, pasó lo del corte de energía también”.

“Tenemos que estar tranquilos. Si jugamos concentrados, dispuestos, sabiendo que cada uno debe hacer lo suyo y más, nos tenemos que quedar tranquilos. Con esa entrega, disposición, concentración, lucha y fútbol. Si no clasificamos, debemos entregarnos y saber que hicimos too lo posible. Pero estamos vivos. Llegamos con la ilusión al partido con Bolívar y con esa presión que debemos asimilar para el lado positivo”, complementó.

Finalmente, pasó algunas facturas. “Lo individual es un tapaboca a todos los que hablan de la edad y la intensidad. Me trataron de viejo en la radio Bío Bío, que no tenía intensidad. Agradezco a mis compañeros, a Héctor, a mi familia. Mi hijo después del partido con Delfín en Santiago no me saludó y le dije que iba a ganar el clásico y en Ecuador. Pedí trabajar aparte en la semana, aprovecho de dar las gracias al cuerpo técnico. Me preparé porque había que dejarlo todo. Para mí fue un partido extraordinario, más allá del resultado. Estoy en Colo Colo para aportar lo que más pueda mientras pueda. Me vengo sintiendo tranquilo, consciente de la responsabilidad que significa estar en este club. No estoy viejo. Ojalá este rendimiento se mantenga, porque a nivel de exquisitez técnica es indudable lo que tiene este plantel y si corremos como hoy, es difícil que alguien nos pueda ganar. Ojalá nos alcance para clasificar”, remató.

Foto: Sebastián Órdenes / Colo Colo