Con la incorporación de Renny Vega y la salida a préstamo de Raúl Olivares se cerró definitivamente el libro de pases para el Popular.

Uno que tenía toda la cara de partir era el paraguayo Osmar Molinas, quien llegó el año pasado al equipo por cuatro temporadas y una suma cercana al medio millón de dólares, en una gestión realizada por un robusto ex dirigente y ex asesor de CSD Colo Colo.

Pero finalmente se quedará en el Cacique, ante esta situación, el jugador sólo prometió trabajo para convencer a Basay, “uno siempre entrena para ganarse una camiseta. Ahora le está tocando a otro compañero, a mi sólo me queda entrenar y entrenar, con mucha humildad, como siempre lo he hecho y ojalá volver a jugar para demostrarle a la gente, a los hinchas, a los dirigentes y al cuerpo técnico porqué me trajeron”.

Difícil tarea para el volante de corte que parte en desventaja con Horacio Cardozo, Rafael Caroca, Álvaro Ormeño, Leandro Delgado e incluso Rodrigo Millar e incluso José Pedro Fuenzalida que han jugado en ese puesto.

Pese a todo, el guaraní se tiene fe y cree que con trabajo y disciplina puede ganarse un lugar en el equipo de Basay, “la consigna es trabajar y trabajar como siempre lo hice. La gente en las calles o por Twitter (@osmarmolinas22) me demuestra su cariño, me tiran muy buena onda. Por eso mismo quiero tener la revancha y jugar para demostrar porqué estoy en el equipo más grande de Chile”, cerró.