Mauro Olivi no se podría decir que dialogó con los medios de prensa pero sí paró por espacio de menos de un minuto su vehículo al abandonar el Estadio Monumental.

Lo primero que se le preguntó es si el camarín está bien. “Sí, obvio, ¿por qué no?”, se limitó a decir el bahiense.

Y ante la insistencia lanzó una especie de grito de arenga: “Estamos tranquilos, no pasa nada. No pasa nada, muchachos, ¡no pasa nada!”, para luego acelerar su automóvil y abandonar Pedreros.

Foto: Agencia Uno