Varios son los elementos que pertenecen a Colo Colo y andan deambulando por el fútbol chileno en calidad de préstamo. Pero por contrato, sólo siete se deben presentar en el Estadio Monumental una vez que finalice esta temporada.
El primero es conocido: Eduardo Lobos. El golero termina su préstamo de seis meses en Wanderers y atajará el otro año en su casa.
Bruno Romo también debe decir presente en Pedrero e Ivo Basay lo tendría muy en cuenta dado su juego, que es de casa, su perfil y contextura. Es titular inamovible hoy en Palestino.
El tercero que le gusta al Hueso es Rafael Caroca, quien ya agarró ritmo como volante de contención en Deportes La Serena y es titular. En Colo Colo lo usaron hasta de lateral derecho y se vio siempre confundido por lo mismo.
Dos que hoy están en Naval también deben retornar: el volante Johanns Dulcien, que no ha jugado mucho y el ariete Nicolás Millán, quien alterna bastante y el fin de semana pasado marcó un gol de cabeza.
Los últimos también son arietes. Yashir Pinto, en Ñublense y sin continuidad y Phillip Araos, en Coquimbo entrando algunas veces en los segundos tiempos.