Un hecho que marcó el paso de Pablo Guede por Colo Colo fueron algunas costumbres cabaleras y hasta “místicas” tanto suyas como de su cuerpo técnico. Así, por ejemplo, no era raro verlo con una figura de San Expedito en el banco, a alguno de sus asistentes esparciendo agua bendita en el banco o la famosa ruda que puso su PF, Octavio Manera, y que hasta el día de hoy está en la cancha David Arellano.
Pues bien, Héctor Tapia ha lucido esta semana un collar que no se le había visto: un hilo rojo con una medalla al final que se hizo notar por encima de su habitual polerón.
“Es un presente de mi señora y de mis hijas. Sí, (es para espantar las malas vibras) y lo llevo hace mucho tiempo. Es un regalo familiar”, comentó Tito al periodista Jorge Sánchez de La Cuarta, que advirtió el adminículo.
En el fútbol las cábalas o las creencias son pan de cada día. En Colo Colo el caso más emblemático, seguramente, es Daniel Morón o también el grupo de cristianos que se formó en torno a Julio Barroso en su momento. Cada uno con su librito.