Una noche horrible fue la que se vivió en el Estadio Monumental este miércoles 26 de junio. Es que, en el marco de un amistoso entre Colo Colo y Universitario de Deportes de Perú, la violencia se hizo presente antes, durante y hasta después de suspendido el cotejo. En la previa del compromiso, un hincha del Cacique fue atacado por una turba, provocándole la muerte y, dentro del Estadio Monumental, parte de la barra del Popular fue a atacar a los visitantes.
Por motivos de seguridad y obvios, el encuentro se suspendió. Tras las bombas de estruendo y bengalas lanzadas, el juez del compromiso estimó que no existían las garantías necesarias para poder seguir con el lance y, finalmente, todo llegó a su fin. Mientras, en el terreno de juego se armaba un tumulto importante de gente tratando de entrar al sector Magallanes para socorrer a los hinchas visitantes. Incluso, un jugador del elenco peruano alcanzó a agredir a un guarda de seguridad en su afán de abrir las puertas de lugar.
Producto de lo anterior, el Club Universitario de Deportes de Perú emitió un comunicado que, increíblemente, poco aporta al problema. A través de sus redes sociales, el conjunto crema “lamenta y rechazamos profundamente los hechos violentos provocados por la hinchada del equipo local”.
“Como es de conocimiento público, el encuentro fue suspendido por falta de garantías dentro del recinto deportivo, luego de que la tribuna destinada a nuestra hinchada y donde se encontraban familias, fuera atacada cobardemente con bombardas”, agregaron en un escrito que, además, justificó la agresión de uno de sus jugadores al guardia de seguridad que nada tenía que ver en el entuerto y que, finalmente, fue detenido.
Universitario de Perú alza la voz tras la suspensión del partido vs Colo Colo
Según explican los peruanos, “en medio de la emergencia, nuestros futbolistas acudieron al auxilio de una madre y su hijo herido. Ante la ausencia de socorro de inmediato, nuestro jugador Diego Dorregaray acudió en su defensa, por lo que ha sido citado a rendir su manifestación”.
“Consideramos que la vida de una persona está por encima de cualquier circunstancia. En tal sentido, manifestamos que nuestra delegación actuó para proteger a nuestros hinchas en peligro”, manifestaron los dirigentes del elenco incaico, ayudando poco y nada al clima tenso y hostil que se generó.
Por último, hacen sus peticiones y señalan que “demandamos a las autoridades chilenas las investigaciones que determinen a los responsables de los actos de violencia. Instamos a la industria del fútbol a seguir trabajando por crear espacios seguros en beneficio de las familias”.
El presunto origen de los enfrentamientos entre la barra de Colo Colo y Universitario
El primer tiempo del compromiso parecía todo en orden. Un amistoso que tenía al Cacique jugando con un equipo alternativo y que no tenía mayor problema ni en la cancha ni en las tribunas. Sin embargo, en el entretiempo comenzaron los enredos ya que parte de la barra local comenzó a correr el estadio y a acercarse al sector Magallanes, vulnerando las barreras de seguridad del recinto de Pedrero.
Mientras, las bengalas y bombas de estruendo caían a la cancha, poniendo en riesgo, incluso, a los propios jugadores albos. Minutos más tarde, la detonación de las bombardas fue justo en el sector que limita a Galvarino con Magallanes e, incluso, dentro de este último. Lo que nadie sabía hasta el momento, es que minutos antes de que comenzara el compromiso, un hincha de Colo Colo había sido asesinado.
Eso fue lo que supuestamente originó la reacción por parte de los locales. De todos modos, la Fiscalía de Flagrancia separa los hechos, ya que el deceso del fanático del Cacique ocurrió sólo cinco minutos antes del inicio del lance, por lo que el material explosivo ya estaba en el lugar, según el fiscal, “destinado a ser usado”.