Si nos remontamos a la década pasada, especialmente en la primera parte de ella, encontraremos una serie de entrenadores que pasaron por Colo Colo. La mayoría de ellos, con resultados pobres producto de la fuerte crisis institucional que se vivía por esos días.
Uno de esos entrenadores fue Luis Pérez. Al autor de un doblete en la final de la Copa Libertadores 1991 le tocaron dos interinatos, producto de la salida de Diego Cagna y Américo Rubén Gallego y un período un poco más extenso tras la salida de Ivo Basay. Todo ello, entre los años 2011 y 2012.
Fueron 16 en total los partidos en los que estuvo Pérez. Con un equipo diezmado y carente de grandes figuras, intentó hacer lo mejor posible, sumando entre sus tres períodos un rendimiento de ocho triunfos, cuatro empates y cuatro derrotas. Sin embargo, el único torneo que finalizó como DT, en el Apertura 2012, quedó fuera en semifinales tras una goleada 4-0 de Universidad de Chile en el Nacional.
Pero pese a ese amargo recuerdo, Pérez se mantuvo ligado a Colo Colo y hoy es parte de las divisiones menores del club. Se trata de la faceta ligada al fútbol que más lo apasiona y así lo recalcó en una entrevista dada al programa Camino Al Centenario, de Radio ADN.
“Colo Colo es mi casa”
“Colo Colo es mi casa. Es como cuando uno va a la casa de los papás, uno puede ir el día que quiera. La gente me tiene tanto cariño y afecto que me da esa confianza para entrar al club, independiente de si esté trabajando o no allí”, aseguró el histórico ex jugador.
Además, recalco que pese al poco tiempo que vistió la camiseta alba, siempre ha sentido el cariño de la gente. “Estuve 10 meses como jugador, pero llevo más de 20 años estando aquí, siempre me han hecho sentir importante. Colo Colo es parte de mi familia”, aseguró.
Y sobre la idea de dirigir nuevamente a equipos profesionales, Pérez fue claro. “Quizá en algún momento sí, pero creo que nunca me preparé para dirigir adultos. Siempre me enfoqué en la formación. En algún minuto me “picó el bicho”, pero nunca me corté las venas por eso”.
“Hay que estar muy capacitado porque es una responsabilidad demasiado grande llegando de la noche a la mañana, como alguna vez me pasó, yendo de la sub 14 al primer equipo. Hoy puedo dirigir un equipo en Primera, pero no me interesa“, confesó.