Diego Rubio es un jugador que siempre ha sido vinculado con Colo Colo. El actual delantero del Austin FC de la MLS ha sonado en un montón de ocasiones como posible refuerzo albo luego de haber salido del club en 2011, con apenas 10 partidos jugados y seis goles en el hombro.

Hoy, a sus 31 años, goza de un buen momento en su club. En algún momento, en el mercado de este verano, volvió a ser vinculado con Colo Colo, pero finalmente no se terminó dando. El Cacique optó por la llegada de Salomón Rodríguez, proveniente de Godoy Cruz de Argentina.

Pesea ello, el hijo de Hugo Rubio siempre ha marcado sus ganas de volver y el sueño que significó para él jugar en el Monumental con apenas 18 años. En una entrevista con Fox Deportes, el delantero volvió a recalcar aquella realidad y repasó su llegada al Monumental, con apenas 14 años, luego de un paso por Universidad Católica.

El relato de Diego Rubio sobre sus inicios en Colo Colo

“Yo decidí irme a Colo Colo. No fue un proceso fácil. En Católica no me dejaban jugar, porque no querían que me fuese a Colo Colo, además me lesioné de la rodilla. Me pasó de todo. Durante un año y medio no jugué. Yo me quería morir”, aseguró sobre esa compleja etapa.

“Si no fuese por mi papá, yo tiraba todo. Me ayudó que yo jugaba mucho para mi colegio. Ahí, mirando para atrás, me doy cuenta de que lo mental es muy importante, por más que tengas 13 o 14 años. Estar estresado, nervioso, que no te dejen jugar, le pasó la cuenta a mi cuerpo“, agregó.

“Cuando llegué a Colo Colo fue todo para arriba. Era el sueño de mi vida. Yo podía estar desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche en el club. Estar dentro del club del cual eres hincha, yo lo aproveché al máximo. Disfruté mucho esa etapa de los 14 hasta los 18″, aseguró.

“Yo partí en un equipo, había seis o siete mejores. Pasaba un año y de repente era el top 3, después llegas (al primer equipo). Pero van pasando cosas. Cuando yo debuté con el Tolo Gallegos, antes de mi debutaron otros tres delanteros. Uno tuvo una pelota en el palo, otro casi que mete un gol. Entro yo, gol. Y ahí me quedé jugando. Fue todo en un mes”, relató.

En todo caso, asegura que se tenía fe. “Si no hubiese metido un gol en mi debut, me hubiese tardado, pero habría terminado jugando igual. Yo no me canso de insistir. Cuando no juego, me enojo, sobre todo si perdemos, porque siento que podría haber ayudado. El día que pierda eso, me retiro, porque para qué voy a seguir jugando”.

Diego Rubio como jugador de Colo Colo