Guerrero incansable: Seguimiento a Guillermo Paiva en el triunfo de Colo Colo vs Everton

Colo Colo enfrentó a Everton en un partido válido por la sexta fecha del Campeonato Nacional. Los Albos, abrieron la cuenta cuando el compromiso recién empezaba tras una gran habilitación de Cristián Zavala y una mejor definición de Guillermo Paiva. El paraguayo marcó su primer gol y, aunque se el balón se desvió en un defensor ruletero, lo celebró como propio.

Más allá de que el árbitro le conceda o no el gol, lo cierto es que el atacante completó un tremendo compromiso. Por lo mismo, en DaleAlbo le hicimos un seguimiento durante los casi 80 minutos que estuvo en el terreno de juego, donde mostró parte de su repertorio. Participativo, con ganas y siempre pidiendo el balón, Guillermo Paiva se erigió como una de las figuras de la tarde en el Estadio Monumental.

El ariete de 26 años comenzó la tarde con muchas ganas. Al campo de juego salió muy concentrado, como tratando de visualizar que podía ser una jornada memorable. Y así fue. Desde el primer instante buscó el gol y cuando corrían dos minutos, lo encontró gracias a una tremenda diagonal marcando el pase de Cristián Zavala.

Paiva no se cansaba e insistía. A los seis minutos volvió a probar, aunque el balón se fue por poco desviado. Muy participativo, el delantero no tenía problemas en retroceder junto a sus compañeros para ser el primer defensa en la salida del equipo rival, trabando varios pelotazos de los zagueros viñamarinos.

Guillermo Paiva saca la voz en Colo Colo

Poco habla el jugador fuera de la cancha, pero dentro de ella, no se achica. Reparte instrucciones a sus compañeros como si llevara varias temporadas en el equipo. Se siente uno más y se nota. De hecho, a los 8 minutos, cuando Everton marcó el empate, el jugador recriminó a los jugadores por la pelota perdida, además de mirar incrédulamente a todos lados por lo poco que les duró la ventaja.

También tiene su carácter. Inmediatamente después del gol, fue a encarar a Rodrigo Contreras, autor del tanto evertoniano por demorarse en volver a su posición en el campo de juego. Después, cuando Ignacio González le comete la infracción y el juez del compromiso le muestra la amarilla al arquero, se paró rápidamente para increpar al línea. Para él era roja, y tenía razón. El arquero de la visita fue expulsado por el golpe al ariete guaraní.

Otro de los aspectos que llamó la atención fue el cómo conversaba de tácticas junto a Esteban Pavez. Mientras el juez Véjar resolvía la expulsión a Nacho González y se efectuaba el cambio en el conjunto rival, Guillermo Paiva habló por varios segundos con el capitán de Colo Colo algo que, a simple vista, parecía ser sobre los movimientos que debían tener en el campo de juego. Aplaudía a sus compañeros y se preparaba para tratar de concretar la jugada que venía.

Paiva quiere jugar a cualquier costo

El paraguayo estaba muy metido en el partido y no quería que éste perdiera ritmo. Por eso, cuando en el minuto 21, Maximiliano Falcón quedó en el suelo, insistía a sus compañeros de que siguieran la jugada y se apresuraran para salir rápido. Eso no pasó, el balón fue enviado fuera del terreno de juego y Paiva se ofuscó por no aprovechar los espacios que habían.

Cuando se enoja, parece ser cosa seria. Siempre buscó y se recriminaba cuando las cosas le salían mal. Perdió el balón en el minuto 23, pero de inmediato fue a presionar y a trabar la salida de Everton, aunque con una clara molestia por no poder terminar bien la jugada.

En los 25’, Maximiliano Falcón es expulsado en el Cacique y Guillermo Paiva no podía creer lo sucedido. Con las manos en la cintura, en el medio del campo de juego, el delantero trataba de encontrar una explicación a lo que acababa de pasar, por lo que se fue a conversar con el cuarto árbitro. Resignado, volvió al terreno de juego para aportar en la ofensiva.

Ovación a Guillermo Paiva tras su partido con Colo Colo

De ahí en más, le costó entrar en juego. El equipo se paró de manera diferente y se partió un poco en el mediocampo. De todos modos, se las ingenió para pisar área rival, aunque sin mucha suerte. De hecho, en los 30’ volvió a lamentarse ya que Marcos Bolados interceptó un centro de Cristián Zavala que iba directamente donde estaba ubicado. De todos modos, aplaudía el esfuerzo de su compañero.

No da pelota por perdida. En una salida rival, fue el único jugador que intentó presionar a los defensas. Corría entre cuatro jugadores y no se cansaba, mientras pedía ayuda a los demás albos que estaban metros más atrás. El esfuerzo fue reconocido por los hinchas que llegaron al Monumental y bajó el primer aplauso para su persona.

Así, en el minuto 35, llegó el momento de salir. Cuando el cuarto árbitro levantó la tableta, Guillermo Paiva comenzó su camino hacia el borde del campo de juego bajo una ovación de los 25 mil hinchas que llegaron al Estadio Monumental. El jugador realizó un tremendo partido, la gente lo valoró y dio inicio a un incipiente nuevo romance.

El exjugador de Olimpia tiene claras cuáles son sus limitaciones. Por lo mismo, no trata de hacer más de lo que puede hacer y es inteligente a la hora de moverse en el campo de juego y en realizar movimientos en pos del equipo. Aguanta el balón de manera brillante, le gusta encarar y también usa la inteligencia para realizar los distintos desmarques para mostrarse como opción de pase.