Brayan Cortés: Tuvo una intervención acertada ante un remate de media distancia pero su actuación quedará marcada por otra salida en falso que permitió un gol en contra. Colo Colo ya perdió muchos puntos y hasta un torneo por las dudas de sus arqueros (el que le “regaló” a la U) y debe centrarse rápidamente, porque tiene condiciones.

Óscar Opazo: No fue el Torta punzante, el que pasa en ataque con intención. Complicado también con los punteros de O’Higgins.

Julio Barroso: Tuvo un cruce muy bueno en un momento delicado y, en líneas generales, no desentonó pese a la movilidad de Pol y a su falta de ritmo.

Juan Manuel Insaurralde: Se quedó en una con Ronald de la Fuente pero la pudieron resolver bien. Tuvo un cruce portentoso a Pol cuando se iba solo para poner el segundo y la lápida. Eso sí, se durmió en el gol ya que Magalhaes era su marca.

Ronald de la Fuente: Fue el lateral que más intentó, consiguió una falta por ahí en ofensiva pero también se vio complicado con lo punzante de Castro.

Branco Provoste: Intentó pero sucumbió en medio de un puesto que no se entendió mucho si era el contención o el mixto. Ahí aprovechó Ramón Fernández para, sin brillar, comerles la espalda a los dos en varios momentos.

Gabriel Suazo: Alternó con Provoste la contención y la zona del 8. Poco preciso y algo confundido por momentos.

Jaime Valdés: Intentó con algún pase largo y poco más. Sucumbió ante la desconexión total del equipo.

Gabriel Costa: Errático, desconectado, no pudo generar fútbol ni desbordes que pudieran dar algo de peligro arriba.

Esteban Paredes: No le llegaron pelotas, tampoco pudo conectar enganchándose. Da la sensación de estar dando lo que puede en la medida que el físico le permite. Por ahí tuvo un desmarque empezando el segundo tiempo que desvió de derecha y nada más.

Pablo Mouche: Muy bajo. Está muy lejos de ese puntero desequilibrante del primer semestre. Errático y fastidiado.

 

(62’) Marcos Bolados: Al menos estuvo algo menos impreciso que Costa en algunas jugadas puntuales, como una que aguantó bien por derecha. Pero no fue suficiente.

(62’) Jorge Valdivia: Con su talento metió un par de pases interesantes pero de inmediato comenzó a agarrarse con el árbitro. Finalmente, derivó en una expulsión muestra de un descontrol total en la interna.

(71’) Andrés Vilches: Ingresó en una posición algo extraña, inclusive enganchado. No pudo ser factor.

 

DT Mario Salas: Su equipo, una vez más, no pateó al arco. Seguramente será negado, pero desde el incidente con la salida de Agustín Orión que queda una sensación de que algo se rompió en el camarín. No se trata de que haya gente que no quiera jugar o de las famosas “camas” de las que se habla en el fútbol. No. Seguramente, ningún deportista va a salir a perder. Pero sí algo no está permeando, algo pasó en el corazón del camarín que llevó a un periodo de confusión porque, por más que haya salido Esteban Pavez, es increíble que ese buen Colo Colo que pasó por arriba de un equipo destacado de este torneo como Audax Italiano antes del receso se haya venido a pique de esta manera, con descontrol incluido. Colo Colo necesita pensar en un “refundación”, en dar paso a un nuevo vestuario y el DT va a ser clave en saber administrar el presente para pensar en que exista un futuro que permita hacer eso.