Blanco y Negro se reunió con el plantel de jugadores el lunes en las oficinas de la Dirección del Trabajo. Se esperaba que ese día se zanjaran las diferencias y de una vez por todas se pusiera fin a la crisis en Colo Colo. Sin embargo, esa situación estuvo lejos de pasar. 

 

La propuesta de la concesionaria de devolver el 83 por ciento del dinero descontado, no llenó las expectativas de los futbolistas, que exigieron el retorno completo. Tras la mediación, Esteban Paredes solicitó la presencia de Aníbal Mosa en las tratativas y lanzó un dardo a Harold Mayne-Nicholls: "Llega gente que en seis meses se apodera del club", expresó. 

El presidente de la sociedad anónima respondió al último ídolo del Cacique, pero de manera negativa, ya que anunció que no va a participar de ninguna mesa de negociación. Además aseguró que es inviable retomar cualquier tipo de diálogo.

"Se acabó el tiempo, es lamentable. Hemos tenido cinco reuniones, hemos hecho cuatro propuestas y no veo en los representantes del plantel una disposición a bajar sus demandas extremas, sobre una baja salarial que es completamente comprensible en los días que estamos viviendo hoy en todo el mundo y en Chile", dijo en conversación con Las Últimas Noticias.

 

 

"Llevamos seis meses de inactividad y hoy es imposible prever cuándo podrá retornar de manera normal la actividad y jugarse con público. Estamos en una de las peores pandemias sanitarias de los últimos cien años y eso, al parecer, los jugadores no lo entienden", añadió

Además profundizó sobre las razones, que a su juicio, impiden que Blanco y Negro devuelva la totalidad del dinero que sería descontado durante la crisis sanitaria.

"El fútbol no es distinto a otras actividades que se han visto en la obligación de rebajar el sueldo a sus trabajadores, porque la crisis es de tal magnitud que ha afectado a todas las actividades productivas y no productivas en todo el mundo. Desde un comienzo dijimos que no podíamos concertar el ciento por ciento de la devolución de lo descontado como plantean los jugadores. Han sido prácticamente seis meses sin fútbol, somos un caso emblemático de inactividad en nuestra función. Hemos sido transparentes en decirles a los jugadores desde el primer día que es imposible devolver todo lo que se descuente porque no seríamos lo suficientemente responsables".

Apoyo total a Harold Mayne-Nicholls 

Aníbal Mosa entregó todo su respaldo al vicepresidente ejecutivo: "Me han pedido que participe en la mesa de negociación para poder destrabar la situación, pero les quiero decir que no voy a participar en ninguna mesa, porque Harold Mayne-Nicholls cuenta con todo mi apoyo y con el apoyo del directorio, especialmente porque ha sido una función ingrata y él se ha llevado un peso importante y lo ha hecho de muy buena manera, interpretando la visión del directorio y de su presidente". 

"Tanto él como Alejandro Paul (gerente general) han tenido toda la disposición para asumir este rol y han estado en muchas reuniones y por muchas horas tratando de convencer y de llegar a un acuerdo, pero la verdad es que chocamos siempre con lo mismo y llegamos a un punto muerto".

Rompe las negociaciones 

El presidente de Blanco y Negro afirmó que en este momento no están dispuestos a dialogar: "Las cosas han llegado a un punto en que no nos parece razonable reanudar ninguna conversación. A lo largo de mi vida me ha tocado negociar muchas veces, pero la verdad es que no entiendo la posición de los jugadores, en cualquier negociación se requiere tener flexibilidad y saber ceder en un momento dado".

"Aquí no lo hemos visto, hemos buscado todas las fórmulas para poder llegar a un acuerdo y no hay caso. En ese contexto, no tiene sentido seguir dialogando cuando no hay ninguna señal de cambio de la otra parte de llegar a acuerdo, se han plantado en algo que es imposible en los tiempos que estamos viviendo".

"Hemos perdido demasiado tiempo y energía y llegó el momento de ser claros y precisos, que cualquier acuerdo futuro tendrá que ser sobre la base del acuerdo que tomó el directorio de Blanco y Negro el día 2 de abril, pero ahora a partir de las condiciones actuales", cerró.

De no haber un vuelco total en la postura de una o ambas partes, la situación seguirá el camino legal. La Dirección del Trabajo deberá investigar a la concesionaria y definir si cumple con los requisitos para acogerse a la Ley de Protección al Empleo.