El ambiente en Colo Colo está crítico, los malos resultados han afectado a todos en Pedreros, desde los hinchas que se manifiestan en el estadio, pasando por los dirigentes duramente cuestionados, el cuerpo técnico y obviamente, los jugadores.
Éstos últimos han mostrado su molestia, primero con el régimen de concentración que ordenó Benítez, que exigía concentrar tras el duelo ante Pasto del miércoles. Pero tras una conversación entre algunos jugadores y el DT, se cambió la medida y tras la eliminación, fueron liberados para estar con sus familias.
Otra cosa que molesta en el seno del plantel, son los dichos de Benítez sobre la falta de jerarquía de este equipo y el asumir que este plantel no estaba para pasar otra ronda en la Sudamericana.
La relación está fisurada, mientras algunos siguen creyendo en el proyecto, otros, salen a comentar anónimamente por la prensa que “el hombre está nublado”, en relación a los constantes cambios que ha hecho el paraguayo en el once estelar.
Con este ambiente, Benítez ordenó un asado de camaradería tras la práctica de hoy para limar asperezas y unir al grupo que está golpeado y distanciado del DT. Lo que llama la atención es que sea sólo 24 horas antes del juego ante los hispanos.
De esta manera, tras la práctica matinal, donde se observó a Nicolás Canales alternando en el posible once titular, se procedió al famoso asado.
Los malpensados recordaron que antes de las salidas de Barticciotto, Cagna, Gallego, Basay y Labruna también se prendieron las parrillas en Pedreros.