Gustavo Benítez rompió su silencio el sábado tras la derrota en El Salvador y hoy dialogó con los medios una vez más antes de un partido.
“Las variantes que hemos utilizado responden a encontrar un equipo ideal en rendimiento y adaptando las características de algunos jugadores al esquema. Evidentemente los resultados no nos acompañaron, así que todavía no tenemos un 11 ideal pero sí un sistema táctico, aunque queda en segundo plano. El rendimiento individual debe estar en pos del colectivo y no hemos conseguido eso, por eso la rotación. Hemos tenidos buenos partidos, otros no tanto y otros malos”, reflexionó de entrada.
Además, comentó sobre la disposición que “al principio quería jugar 4-3-3, luego fue 4-2-3-1 y ahora cambié a 3-4-1-2. No depende mucho del sistema, sino del funcionamiento colectivo, que no ha sido bueno. Cuando no se dan las cosas la gente se pone nerviosa y eso se transmite a la cancha. A la mayoría de los jugadores eso no les da la opción de tener un ciento por ciento de rendimiento. Si hacemos algo como en Talca o la primera parte en El Salvador volverá la confianza. Esto pasa por tener un par de resultados buenos. Esperamos que la gente no se impaciente tan rápido con nosotros para conseguir una victoria que sea el inicio de una recuperación efectiva. En ocho partidos se puede ganar bastante o perder todo”.
¿Dónde estuvo el punto de inflexión que tiró todo hacia abajo? “Lo más negativo pudo ser la eliminación de la Sudamericana. Fue un partido malo, teníamos expectativas y esperanzas tras sacar un resultado que podía ser revertido en la ida. Quizás ahí sembramos dudas en la gente y en nosotros y no pudimos recuperarnos del todo. Hubo una pequeña posibilidad de mejoría en Talca pero la irregularidad nos llevó a perder de vuelta en casa. Estamos muy en deuda con el colocolino”, recalcó el paraguayo.
Luego volvió a confrontarse con la prensa. Se le consultó por el miedo que adujo Fabián Benítez y no se dio por enterado. “Por un tema de higiene mental no he visto nada de prensa, para no contaminarme. No sé si es verdad, he visto más mentiras que otra cosa. No me quiero prestar para el terrorismo comunicacional. Ni sé lo que publican”, disparó.
Finalmente, descartó otra vez la dimisión. “Desde que asumí han pasado cuatro meses, no es tanto para quedarme sin fuerzas. Tengo las convicciones intactas, estos jugadores son buenos, tienen respuesta, pasan por una crisis momentánea que se puede arreglar. En ningún momento se habló de un paso al costado porque sería abandonar un proyecto que empezamos a caminar con Arturo (Salah). Lo que más quiero es darle una alegría a la gente y devolverle a los dueños del club la confianza que depositaron en mí. ¿La visita de los directores? Fue una demostración de apoyo, de confianza, que es totalmente lógica, son los dirigentes y nosotros los funcionarios, que tenemos que sacar esto adelante”, concluyó.
Foto: Agencia UNO