Adrián Fernández jugó en Colo Colo el 2004 y tuvo la posibilidad de compartir camarín con Matías Fernández, en ese momento promesa del Cacique que ya mostraba sus condiciones en los entrenamientos y con el correr del tiempo las fue trasladando a la cancha para rematar con un 2006 de ensueño.

"Es un tipo muy humilde, de familia muy respetuosa, estaba muy bien educado, sabía cuándo podía hablar, cuándo no podía hablar. Un tipo cariñoso por el hecho de ser tan buenito, después cuando lo veías en una cancha lo querías matar porque te pegaba un baile terrible", relata en conversación con DaleAlbo.

"No hay tantas redes sociales como hoy. Nosotros lo hemos visto hacer cosas en un entrenamiento que no se ven los partidos, porque uno está más suelto. Igual lo demostraba en los partidos, pero en los entrenamientos en cosas simples veías algo muy bueno. Es un jugador de mucha calidad y mucha magia. Soy un agradecido a Dios y a mis viejos que pude vivir esta hermosa vida de futbolista. Esa experiencia única de haber estado en un plantel tan rico y con buena gente", profundiza 

Caruchita aún se florea por jugar con el 14: "Es un crack, las cosas complicadas las hacía fácil.  Era lindo correr al lado de él. Tuve la suerte de tirar un par de paredes. Siempre hablo con mis hijos y le digo ‘mira cómo tocaba’. Tuve la suerte, soy un tipo muy suertudo".

UNA CARRERA DE LUJO

Parte de la opinión pública le reprocha a Matías Fernández no llegar más arriba en el fútbol. Sin embargo, el ex atacante es claro:  "No sé que más lejos se le puede recriminar. Hizo un carrerón, loco. Jugó en el Milan, Villarreal, Portugal. Es un tipo que tiene que estar súper feliz. Los momentos son los que te toca estar, mal o bien, tienes que vivirlo y reaccionar a lo que te toque.

"Con lo que logró Matías como jugador debe estar súper feliz, no creo que quiera cambiar de época con todo lo que hizo para hacer otra cosa. Creo que debe estar muy feliz. Fue el mejor jugador de América. Eso no lo cambiaría con nada", cerró.