Carlos Caszely recordó sus años como jugador de fútbol, donde fue una figura importante contra la dictadura de Augusto Pinochet defendiendo las camisetas de Colo Colo, la selección chilena o en el extranjero.

El ídolo albo partió del Cacique en 1973 rumbo a España para defender al Levante tras su buena campaña en Copa Libertadores y el Golpe de Estado militar que derrocó al gobierno de Salvador Allende, situación que levantó algunas sospechas de querer salir del país por su rechazo a la dictadura.

“Lo vi más como una oportunidad. Se sabía que con dictadura las cosas no iban a andar bien, he sido un hombre democrático desde que nací, nunca me han gustado las dictaduras. También estaba terminando la universidad, tenía que dar otro paso hacia delante y ver si mi carrera podía tener recorrido en Europa, que es el sueño de todo futbolista”, señaló Caszely en conversación el sitio La Vanguardia de España.

Además, recordó el gesto de cruzarse de brazos durante la despedida de la selección chilena con Pinochet antes de partir a Alemania para el Mundial del 74, donde afirmó que “fue una forma improvisada por el dolor que estaban pasando miles y miles y miles de chilenos. E indudablemente también por lo que le había pasado a la mamá, que había sido secuestrada y torturada. Fue el grito de miles y miles de chilenos que estaban pasando por una situación muy difícil”.

En esa línea agregó que “no traicionar mis valores fue lo que hice. Siempre han sido valores democráticos, familiares, de ayuda, valores de divinidad del ser humano. Y los mantengo hasta hoy. Siempre digo que el futbolista primero es persona, el periodista primero es persona, el taxista primero es persona, el obrero primero es persona. Primero somos personas y después tenemos una profesión detrás”.

 

Para finalizar comentó si su postura política contra la dictadura le jugó en contra durante su carrera. "Tuve la oportunidad de ir a clubes más grandes y no fue por lo mismo, por haber sido consecuente con lo que he dicho y he hecho en mi vida. Pero no me arrepiento de nada, porque sigo teniendo el cariño del pueblo chileno, y el cariño de donde he estado. La gente que me ha conocido, que ha conocido cómo soy. Mis compañeros dirán lo mismo. No cambia mi manera de ser por un euro más o un euro menos”, concluyó el Rey del Metro Cuadrado.