La Roja derrotó 5-4 en penales a Colombia, tras empatar 0-0 en los 90' y se metió a las semifinales de la Copa América. El análisis detallado del encuentro por Darío Sanhueza.

Gabriel Arias: Sin demasiado trabajo -los colombianos nunca patearon al arco- pero sólido en lo que le correspondió. Seguro en los descuelgues y no se complicó con los pies. En dos penales estuvo cerca, le faltó muy poco. Algunos le cuentan sólo las malas, acá decimos que ha estado absolutamente a la altura del puesto.

Mauricio Isla Con gran recorrido y haciendo la banda completa. Es cierto que la resolución en la jugada final no es su fuerte, pero por su costado corría Roger Martínez que casi no tocó el balón y Tesillo nunca pudo desequilibrar. Chile ganó por las dos bandas y hay mérito del Huaso en aquello.

Gary Medel: Qué difícil era imaginar que el Pitbull, tan temperamental y efervescente, con los años se iba a transformar en un jugador muy inteligente, vivo, cerebral, sin perder esa agresividad que ha mostrado desde pequeño. Hoy Radamel García no la tocó, minimizado por la enorme presencia de Medel en defensa.

Guillermo Maripán: El mejor partido del Memo jugando por la Roja. No sólo ganó todo por arriba e incluso tuvo un par de cabezazos ofensivos, sino que estuvo muy bien en los cruces y es su responsabilidad que el único remate al arco de Colombia -de Roger Martínez en el primer lapso- no haya llegado a complicar a Arias, al encontrar la férrea resistencia de Maripán. Controló a un delantero de mucha experiencia como Radamel García, y luego no dejó tocar la pelota a un 9 de gran presente como Duván Zapata. Un partido consagratorio.

Jean Beausejour: Su mejor partido en la Copa. Mereció que la jugada del gol anulado a Aránguiz hubiese sido convalidada, pues la pasada por la espalda de Alexis es marca registrada. Además de algunos centros, pocos pero buenos, por su costado jugó Rodríguez, la figura del rival, y más allá de un par de lujitos intrascendentes, el 10 cafetalero no tuvo incidencia en el juego.

Charles Aránguiz: A los 10 minutos estaba con amarilla y de la inmensa mayoría de los futbolistas que juegan en esa posición se podría haber esperado que jugara con menos intensidad para no arriesgar la roja. Aránguiz es distinto, tiene un liderazgo silencioso basado en su calidad inmensa y en su resiliencia. El tipo hace un par de años se rompió un tendón de Aquiles y hoy lo vemos metiendo la pierna como si fuese rústico. Le anularon un gol merecido y pateó un penal espectacular y catedrático, como siempre.

Érick Pulgar: La Copa América de Érick Pulgar ha sido consagratoria. De todas las dudas que arreciaban en la nómina de Rueda, una importante era la del titular en esa posición, y no sólo se ha ganado el puesto, sino que no es “tirado de las mechas” decir que es el mejor volante central de la Copa. Gana por arriba, por abajo, y hasta por el medio con una pelota dividida que culminó pegándole un pelotazo en el abdomen al timorato Cuadrado. Muy bien además en la ejecución de su penal.

Arturo Vidal: El corazón de Chile, como siempre, y el líder espiritual de este mediocampo fabuloso y copero que tiene esta Selección. Ganó por arriba, metió, mordió, se fabricó faltas, y además marcó un gol que era clave en un momento dificilísimo, lamentablemente bien anulado por la mano de Maripán. Le ganó a la vida y sigue con la misma hambre y espíritu competitivo de sus inicios, un ejemplo para muchos bobalicones e insensatos que se llenan la boca criticándolo desde un cuestionable púlpito de moral fabricado con naipes. A rendirse ante el Rey.

José Pedro Fuenzalida Al sacrificio por su costado, pero Chapa siempre entrega todo. También fue factor en que Tesillo no pudiese mandarse en ofensiva para juntarse con Martínez. Tuvo un bonito remate tras un cabezazo de Vargas que le sacó bien Ospina. Salió por desgaste.

Eduardo Vargas: No le llegaron demasiadas pelotas, pero tuvo un partido correcto. Se fabricó un par de remates de distancia, tuvo un cabezazo espectacular que le sacó Ospina en el primer lapso -pese a que después fue anulada por offside- y cerca del final inventó un picotón autogenerado que leyó muy bien Ospina. Nervios de acero y excelente capacidad técnica en su penal.

Alexis Sánchez: Muchísimo mejor de lo esperado ha sido la Copa del Niño Maravilla. Hoy se las arregló para complicar casi en solitario y además tuvo la personalidad de pararse a discutir frente a un Yerry Mina que le sacaba una cabeza de estatura, y nunca lo dejó cabecear limpio en defensa. Merecido que el último penal haya sido para él, que lo pateó de manera notable y distinta a lo que hemos acostumbrado a verle.

(75’) Esteban Pavez: Una brillante movida táctica de Rueda. Fuenzalida estaba fundido y Colombia había refrescado esa zona con el ingreso de Cardona -y posteriormente de Díaz-. Con Pavez, que ingresó en el mediocampo pero muchas veces se paró de tercer central para darle más libertad a Isla, se recuperó el control del partido. Muy buen debut en la Copa de Huesi, a la altura del desafío.

D.T. Reinaldo Rueda: Es demasiado caballero como para enrostrarle este presente a sus críticos, algunos con fundamento y respeto, pero otros derechamente bordeando el ridículo. Si este equipo hoy tuvo temple y resiliencia para reponerse mentalmente del absolutamente evitable stress de la tardía llegada al estadio, de dos goles anulados sin que los jugadores en cancha hayan tenido claro porqué y además minutos después de celebrarlos, y de no haber podido ganarlo en los ’90 habiéndolo merecido, mucho de ello lleva el mérito del caleño. La confianza en Arias, Maripán y Pulgar, y la recuperación del nivel decisivo y del amor propio de Alexis, también llevan en buena parte su sello. Leyó bien el partido con la inclusión de un cambio en teoría defensivo como el ingreso de Pavez por Fuenzalida, y el equipo retomó el control y mereció ganarlo. Su experiencia, más la credibilidad de los jugadores para con él, hacen que este Chile, con oficio, corazón, cerebro y mística, nos haga pensar que esto es más parecido a una Copa Libertadores que a una Copa América.