Brayan Cortés: Terminó con cinco goles en contra, por lo que es imposible hablar de un partido correcto. Ahora bien, los errores defensivos que se están viendo harían pasar malos ratos hasta al mejor del mundo en su puesto. Lo dijimos hace algunas semanas, el tema no está pasando por el arquero, sino por el pobre fondo futbolístico que se está viendo en la retaguardia.

Óscar Opazo: Bajísimo partido, de los puntos más pobres del equipo. En la segunda mitad fue por su banda donde más daño hizo el rival, saliendo desde esa zona el 3-3 de Palacios y el 4-3 de Dávila. También es algo que se ha sostenido en el tiempo, pero vale decir que sigue sin ser ni la sombra del jugador que fue a la última Copa América con la Roja.

Jeyson Rojas: Pagó los años de juventud al tocar atrás con Cortés sin ver que Palacios estaba cerca, siendo directo responsable en el 2-2 transitorio. Para más remate desvió la pelota en el tanto de Carlos Palacios, sellando un partido de pesadilla. Es joven, por lo que solo queda crecer de estas malas experiencias.

Juan Manuel Insaurralde: Ganó varios centros y cortó algunos pases en profundidad en la primera mitad. Iniciando el segundo tiempo hasta se animó a subir unos metros, pasarse un par de jugadores y terminar con un centro que pude generar más peligro. Lamentablemente en la que más importó, dejó mucho que desear; en la marca en el empate 3-3 transitorio de Palacios. Tras eso fue un pasadizo, perdiendo mucha seguridad en defensa.

Bryan Véjar: Otro que tuvo un discreto partido, siendo intrascendente en el ataque y poco fuerte en la defensa. Le dieron la camiseta de titular en dos partidos y parece que simplemente no la quiere, que es cosa de tiempo para que la termine devolviendo a Quinteros.

César Fuentes: Otro bajo, que simplemente se derrumbó en la segunda mitad tras un primer tiempo algo más decente. Sucumbió en el mediocampo ante Víctor Méndez y Sandoval. Venía siendo de los elementos más valorados en el equipo, pero no ha podido sostenerlo. Se iría reemplazado para terminar de sellar un discreto partido.

Gabriel Suazo: Se entendió de muy buena manera con Costa, recibiendo y lanzando un centro preciso para que Paredes anotara el 1-0. Leyó formidablemente la jugada del 2-1, entrando con furia al área para rematar con derecha y convertir el gol. El más claro en el mediocampo en el primer tiempo, pero para variar no fue suficiente, siendo uno de los que desapareció en la primera segunda mitad.

Branco Provoste: Mucho correteo, pero poca presencia en el quite y poca claridad para tratar de armar algo en ataque. Terminó siendo reemplazado para darle algo más de frescura al mediocampo.

Marcos Bolados: Tal vez el más “bajo” del tridente ofensivo, pero igual se dio maña para ganar en velocidad y lanzar el centro a Costa que terminó en el 3-2 transitorio. En la segunda mitad en ganas no se quedó, pero se vio faltó de ideas para ser más determinante, sobre todo en los primeros minutos cuando todavía quedaba algo de gasolina en el equipo.

Gabriel Costa: Preciso en el tiempo y espacio para combinar bien con Suazo en el 1-0 de Paredes. En el 2-1 sacó el centro a Paredes que terminó en el gol de Suazo. Se vistió como el mejor de los centrodelanteros para anotar de cabeza el 3-2 transitorio antes del término de la primera mitad. La figura del equipo, tal vez el primer refuerzo de la era de Gustavo Quinteros en Colo Colo. En medio de la tormenta, se agradece ver que por lo menos algo se gana en el ataque albo.

Esteban Paredes: Gol psicológico que anotó en los primeros minutos de juego, finalizando de buena forma la jugada iniciada por Costa y Suazo. Asistió con la cabeza al mismo Suazo para 2-1. Todo bien en el primer tiempo, pero en la segunda mitad fue el que más sufrió con el derrumbe del equipo, ya que simplemente no le llegó ninguna, quedando huérfano en el ataque. Mientras siga convirtiendo los goles, será el titular, sobre todo al ver el pobrísimo cometido de su reemplazante.

Joan Cruz: Uno de los juveniles que está viendo acción de emergencia ante la gran cantidad de lesiones. No pudo gravitar en el mediocampo, ya que apenas unos minutos después de su ingreso cayó el 4-3 para Unión, momento en donde comenzó el derrumbe en el Cacique.

Nicolás Blandi: Desespera su falta de iniciativa y rebeldía al ver a Colo Colo derrotado. Prácticamente no tocó la pelota, deambulando como muerto en vida en el ataque albo. No es posible que un jugador de 40 años demuestre más vitalidad en el puesto, sobre todo por el precio que se pagó por él. O comenzamos a ver una actitud distinta o simplemente su paso por el Cacique podría cortarse más pronto que tarde.

Bryan Soto: Ingresó por Fuentes cuando el trámite del partido estaba sellado, teniendo poco espacio para hacer algo en el mediocampo, sobre todo al ver el desorden en que se transformó el equipo en los minutos finales.

Gustavo Quinteros: Se agradece su alarmante diagnostico una vez finalizado el encuentro, afirmando que apenas están para competir en los primeros 45 minutos de juego, dejando en claro el pésimo trabajo físico y futbolístico que se ha hecho en Colo Colo durante este 2020, primero con Mario Salas y después con Gualberto Jara. Habrá que ver si tiene la capacidad para levantar este barco que cada vez se hunde más. Se puso como meta terminar entre los siete primeros para lograr un pasaje a una copa internacional, pero con lo visto en la segunda mitad ante Unión Española, se vislumbra como un objetivo casi imposible.