Marcelo Espina entró en una etapa fundamental de su trabajo. De acá a fin de mes debe presentar a Blanco y Negro su proyecto deportivo para el 2019 y, en él, deben estar los nombres de los jugadores que no siguen en el club.
Ahí se abren una serie categorías. Primero están los que terminan contrato. Agustín Orión está prácticamente fuera, lo mismo que Gonzalo Fierro. Por su parte, Julio Barroso quiere continuar y en Pedrero lo quieren, pero topan en el sueldo, mientras que César Pinares puede recibir otra oportunidad.
Luego está el caso especial de Jaime Valdés. Pajarito amagó con retirarse a mediados de 2018 pero, convencido por Héctor Tapia, siguió. Si no cuelga los botines, irá a Palestino, pero su permanencia en Macul parece complicada pese a que tiene contrato hasta fines de 2019.
Otra arista son los jugadores exportables. Si llega una buena oferta, Colo Colo no se opondrá, partiendo por Claudio Baeza, quien ya se ha frustrado por no salir en dos ocasiones. Ahí mismo cabe Matías Zaldivia, a quien están siguiendo desde México y también Óscar Opazo, uno de los más regulares del discreto año que termina en Pedrero.
Finalmente, está la lista de prescindibles. Ya se dijo hace unos meses que ahí podían figurar Brayan Véjar, Felipe Campos, Fernando Meza y Nicolás Maturana, entre otros, con lo que quedan más de una decenta de futbolistas en situación de poder salir de Colo Colo. Tiene tarea el Calamar.