Justo Villar: Sólo se le podría llegar a cargar algo de responsabilidad en el gol de Felipe Mora, donde tendió a salir y se quedó. Pero no pasa sólo por él ese tanto. En el resto, nada que hacer.
José Pedro Fuenzalida: No se vio sobrepasado por su sector y se mandó en ataque, pero sin mayor peligro salvo un centro que ganó Javier Toledo por alto y algún remate de zurda.
Christian Vilches: Tuvo un correcto primer tiempo pero se desarmó en el segundo. La facilidad con la que le ganó Felipe Mora en el 2-0 es tremenda.
Lucas Domínguez: Anticipó bien en la primera etapa, salió con claridad hacia la zona ofensiva, tuvo un par de cabezazos interesantes en ataque pero luego se echaría a perder todo con la mano que terminó en el descalabro absoluto.
Luis Pavez: Le pesó la inexperiencia. Bryan Carrasco le ganó por dentro la posición, algo que no le puede pasar a un marcador de punta. Después regaló un balón y fue reemplazado. Tiene mucho que aprender.
Esteban Pavez: Fue el mejor de Colo Colo durante el primer tiempo. Empujó al equipo, generó, quitó y daba equilibrio, el mismo que se perdió cuando fue reemplazado para buscar “a lo loco” el empate. Si salió por algo físico debió ponerse ahí Gonzalo Fierro, pero no dejar prácticamente huérfana la zona de volantes de quite.
Fabián Benítez: En lo suyo, sin brillar mucho pero cumpliendo en la etapa inicial. Con Pavez se estaba entendiendo bien pero cuando quedó solo lo empezaron a complicar, sobre todo con pelotazos a su espalda que terminaron siendo letales.
Gonzalo Fierro: Volvió a las lagunas donde sólo se le rescata la entrega para ayudar en la marca. Pero su labor es otra, generar en ofensiva, algo que no hizo salvo un remate que sacó Silva cuando se colaba.
Emiliano Vecchio: Partió bien, con ritmo, las de mayor peligro pasaron por sus pies pero se diluyó. Cuando hay defensas así de cerradas es labor del volante de creación abrirlas con sorpresa, pases entre líneas o algún disparo.
Jason Silva: Es muy interesante pero hoy se perdió al chocar constantemente con la zaga rival. Aún le falta entendimiento con Vecchio, algo que estaba consiguiendo con Olivi.
Felipe Flores: Salvo una que otra jugada aislada, pasó inadvertido. Ni siquiera tuvo un remate al arco o una opción de gol.
(51″) Javier Toledo: Es difícil decir que una actuación fue “auspiciosa” cuando el equipo perdió 4-0, pero al menos por ganas no se quedó, quitó dos balones, metió dos cabezazos y no en mucho tiempo molestó algo más de lo que venía haciendo Flores. Quiere luchar el argentino.
(70″) Emilio Hernández: Absolutamente inadvertido. Entró para abrir la cerrada defensa de Audax y sólo tuvo un balón interesante donde le picó mal Toledo. Poco.
DT Gustavo Benítez: El equipo parecía intenso, con una idea pese a no brillar. Había encontrado un orden en Copa Chile, advirtió que quizás no iba a ser un elenco vistoso pero que iba a ser efectivo. No obstante, todo eso es algo contradictorio con el cambio que realizó al sacar a Esteban Pavez, el mejor del equipo, para “amontonar” delanteros. Fue casi de consola, algo raro en el experimentado paraguayo que se caracteriza por no “comer vidrio”. Se perdió el equilibrio al medio y se terminó pagando caro. Si era por algo físico (razón que no adujo el adiestrador en su análisis), por último pudo retroceder a Fierro. Es de esperar, como él mismo dijo, que sólo se haya tratado de una actuación falsa.