Francisco Prieto: Nada que hacer en el gol de Caraglio y luego tuvo un par de intervenciones muy buenas, como cuando sacó con los pies una chilena y luego atajó en doble instancia un cabezazo. Sin embargo, debió o gritarle a Ormeño en el gol de Gómez o bien salir a ese balón en área chica. También se le pueden reprochar los saques. Rara vez entregó uno a un compañero. De todas formas, sigue en buen nivel.
Álvaro Ormeño: Extrañó a Gonzalo Fierro por su lado. No se pudo asociar mucho con Olivi cuando subía pese a que se las ingenió para meter dos o tres más que correctos centros. En la marca no tuvo mayores problemas pero, lamentablemente, estuvo poco atento en el empate de Rangers. Si Prieto no le había gritado debió, al menos, mirar a su espalda si venía algo. Muy inocente para un jugador de su experiencia.
Christian Vilches: Todo bien salvo la jugada del gol de Milton Caraglio. No puede esperarlo a dos metros y darle todo el tiempo para girar y disparar. Después no lo complicó Ojeda ni le ganaron por arriba ni por bajo.
Luis Mena: Bien en los anticipos y en las coberturas. Tampoco se vio mayormente complicado por alto pese a que no es su fuerte.
José Pedro Fuenzalida: De lo mejor de la cancha. Jugó a perfil cambiado y pese a que, por lo mismo, no podía ganar línea de fondo para centrar de zurda, metió siempre bien los enganches para su pierna hábil. No falló marcando y le dio la razón a Omar Labruna. Convirtió, además, un golazo.
Fernando De La Fuente: Sigue siendo pieza clave. Corre, quita, se come la cancha, entrega con criterio y busca al compañero mejor ubicado. Se han ido entendiendo con Millar y él ha comprendido que no se puede ir mucho en ataque ya que debe ser el equilibrio en la zona media. En el complemento el equipo se partió porque sintió el desgaste y no tenía las alternativas para descargar a los costados, sobre todo con Gonzalo Fierro, uno que se extrañó bastante.
Rodrigo Millar: Bien en el desahogo. De sus pies sale el gol del Chapa, lo dejó solo. Recibió un patadón que medio lo sacó del partido por lo peligroso que fue pero de todas formas se las arregló para combinar. Aunque uno le pide más a sabiendas de su técnica. Debe ser más protagonista y tener más explosión.
Mauro Olivi: Buen primer tiempo. Se movió bien por el frente del ataque, combinó con criterio, pero luego se nubló (o se cansó) en el complemento. Remató cuando tenía a un compañero solo, empezó a perder balones y contribuyó en cierta medida a que el equipo se partiera. Debió salir un poco antes. Tampoco se juntó mucho con Álvaro Ormeño porque sus características son distintas, no siente la banda.
Mathías Vidangossy: Está con la confianza a tope y lo hizo notar con uno de sus mejores primeros tiempos desde que está en Colo Colo. Todo lujo que tiró fue para algo útil en pos del bien del equipo. Con un taco se sacó a dos, con un enganche dejaba a otro pasado, habilitó y probó. Su buen nivel es mérito, aparte de su esfuerzo, de Omar Labruna que confió en él. Así de prendido quizás hubiera generado más con un Carachito Domínguez ganando línea de fondo y tirando el centro atrás.
Felipe Flores: Tiene muchas ganas pero a veces éstas lo traicionan. Tuvo un derechazo de mediavuelta que, claro, pudo entrar, pero le impidió ver que estaba Muñoz absolutamente solo en la derecha. Igual se necesita un jugador con esos bríos, pero a veces debe bajar un poco las revoluciones. “Mente fría, cuerpo caliente”, como dice Carlos Humberto Caszely.
Carlos Muñoz: Interesante su partido. Buena movilidad, convirtió un excelente gol, tuvo otro par y sigue con la confianza en alza. Que un artillero esté marcando siempre es importante.
(67″) Jean Paul Pineda: Se apostó por él pensando en alguna contra pero no alcanzó a meter ninguna. Quizás en vez de él debió entrar en ese momento Coria por Olivi y luego Caroca por Flores para cerrar el compromiso.
(79″) Facundo Coria: Quizás su cambio debió ser por Olivi en el minuto que entró Pineda. El Pampa estaba cansado y él pudo poner algo más de tenencia de balón en el centro. Al ingresar, Rangers marcó de inmediato el empate y todo se desordenó, lo que atentó contra su labor de poner paños fríos.
(88″) Manuel Bravo: Entró con el partido prácticamente liquidado y no logró ser factor en tan poco tiempo.
DT Omar Labruna: Apostó por confundir la marca de Rangers con Olivi y Vidangossy cambiándose constantemente de lado en el centro. Resultó totalmente en el primer tiempo, pero el equipo sintió el desgaste y se partió en el complemento. Ahí se extrañaron las sociedades que habían construido Carachito Domínguez con el mundialista Sub 20 (el Chapa, por perfil, nunca pudo ganar línea de fondo y pese a que fue buena figura siempre debía enganchar al llegar al área) y Ormeño con Fierro. El cambio de Pineda no resultó mucho y quizás ahí, cuando estaba cansado, debió salir el Pampa por Coria y luego Caroca ingresar por Flores para afirmar el centro del campo. Ya con el diario del lunes es fácil, pero el adiestrador demostró en conferencia tener claro en qué se falló en el complemento. Se está en el momento preciso para los ajustes en la previa del clásico y vendrán muy bien los tres partidos de Copa Chile.