Brayan Cortés: Los colocolinos vamos a tener que acostumbrarnos a convivir con momentos de taquicardia con Brayan. No porque no dé seguridad –que la da, con las manos estuvo impecable–, sino que porque es un arquero que cumple con el perfil de Salas de ser un jugador de campo más y muchas veces arriesgándose posicionalmente. Tuvo una intervención fantástica en el primer tiempo saliendo del área a cabecear arriesgando su físico contra Varas, pero una mala contra Caballero con el partido controlado que pudo haber sido peor. De todas formas, aprobado sin sobresaltos. Nada que hacer en el gol.

 

Óscar Opazo: Menos protagónico que el año pasado, dosificó sus desbordes aunque tuvo algunas interesantes incursiones –especialmente en el tercer gol– y no tuvo tantos problemas defensivos por su sector, pues Unión priorizó el otro costado. Tuvo un entrevero con Caballero que pudo haber causado peores consecuencias.

 

Julio Barroso: En buen nivel y eso sin dudas es tranquilizador, considerando que su físico –especialmente su espalda– son más “tema” que antes. Sufrió con Caballero –mérito del paraguayo de Unión, ciertamente–, pero sacó la tarea adelante y ayudó a manejar el partido con su experiencia. Además, fue clave en el segundo gol, al tomar una buena decisión al recibir el débil despeje de Sánchez.

 

Juan Manuel Insaurralde: Irreprochable en la entrega y actitud, pero no fue un buen partido del Chaco, tanto con la pelota en los pies –varias salidas terminaron en lateral para Unión– como en sus labores más típicas de marca. Quedó enganchado siguiendo a Varas en la jugada del empate de Unión y por ello apareció tan libre Caballero a sus espaldas para cabecear.

 

Rónald De La Fuente: Sufrió mucho con Juan Pablo Gómez y en menor medida con Gary Tello en el segundo lapso. Unión priorizó ese sector para hacer daño y por pasajes lo logró. En lo ofensivo, tuvo un par de muy buenas intervenciones en el primer lapso juntándose bien con Mouche, pero no demasiado más.

 

Esteban Pavez: Le hizo bien la jineta, porque probablemente haya jugado su mejor partido desde que volvió a Colo Colo a mediados del año pasado. Bien en los tiempos, en la entrega, en la refriega, con pierna firme pero sin abusar de ello, más allá de perder un par de pelotas en el segundo lapso que pudieron haber tenido mayores consecuencias. Muy buena noticia tener a Pavez en este nivel, pues así difícilmente le quiten el puesto.

 

Gabriel Suazo: Dentro de las muchas malas noticias que tuvimos durante la pretemporada, una de las buenas sin dudas fue el buen nivel de Gabi. Y lo ratificó en este partido, donde a su habitual entrega inclaudicable añadió una buena cuota de protagonismo ofensivo productivo. Otra buena noticia y otro mensaje al cuerpo técnico, pues quizás no esté en ninguno de los “onces ideales” que se pueden armar con este plantel, pero si juega de esta forma es difícil sacarlo.

 

Williams Alarcón: El joven canterano tiene algo muy llamativo y distinto a buena parte de los jóvenes que han visto acción en Colo Colo por la regla del Sub 20 desde que ésta existe: tiene “hechura” de jugador adulto. Se acomodó muy bien como interior junto a Suazo y tampoco tuvo temor en meter la suela, aunque le haya costado una amarilla. El tercer gol, que mata el partido, parte de sus pies con un cambio de ritmo e incluso llegó al área para finiquitar, trabado por el rústico Palomeque. Aprobado con muy buena nota.

 

Pablo Mouche: Necesitábamos verlo jugar pues, más allá de su tremenda trayectoria, en sus últimos equipos no había destacado como seguramente él mismo lo deseaba. Y la verdad es que más allá de su soberbio gol de tiro libre –inmejorable estreno– mostró buena parte de su categoría, experiencia e incluso liderazgo. Si bien se vio algo cansado en los últimos minutos, hasta se dio maña para tirar un par de lujos productivos en la salida. Sin dudas fue una de las figuras del equipo y es importante que de inmediato haya disipado cualquier atisbo de duda respecto a su físico o a su presente futbolístico.

 

Andrés Vilches: No participa mucho en el circuito ofensivo, tampoco aguanta muchas pelotas, y a veces se ve algo lento. Pero para un jugador como él es clave estar donde las papas queman y si va a estar con este nivel de confianza, probablemente va a tener muchos más minutos de los que cualquiera podría haber creído. La definición en su primer gol es fenomenal, más difícil de lo que se vio en un primer momento, y en su segunda cifra personal estuvo atentísimo a la jugada y tomó la mejor decisión. Muy buena noticia tener a Vilches marcando, lo que lo convierte derechamente en un refuerzo.

 

Gabriel Costa: De más a menos. Muy activo en el primer tiempo, aunque un poco “cucarro” y sin tomar siempre las mejores decisiones, además de ir algo débil a la pelota contra Luis Pavez en la jugada que terminó en el gol hispano. En el segundo tendió a diluirse, y prueba de ello fue el primer hombre en ofensiva que fue reemplazado. Ojalá en el próximo encuentro tenga mayor trascendencia pues su desequilibrio individual puede ser una llave para abrir partidos cerrados. Tiene cierta tendencia a la exageración, que ojalá no lo estigmatice con los árbitros y después terminen no creyéndole nada.

 

(64’) Jaime Valdés: Tuvo un golazo tratándosela de picar al Mono Sánchez y otro lindo remate terminando el partido. Con su calidad puede ser un buen “revulsivo” en partidos apretados, y con su experiencia un buen manejador de partidos, siendo en este encuentro un poco más de lo segundo.

 

(71') Marcos Bolados: Se nota más liviano y más fino físicamente. Ingresó en un momento donde Colo Colo tenía el partido controlado y no tuvo muchas chances de mostrarse, pero no desentonó y tuvo un par de descargas interesantes

 

(88') Javier Parraguez: Poco tiempo para mostrar lo suyo y poder evaluar su debut, aunque tuvo la personalidad de intentar una chilena que no se fue tan lejos.

 

DT Mario Salas: Venía con una carga importante tras el mal campeonato que tuvo Colo Colo el año pasado –que no es su culpa, por supuesto–, que encontró una serie de malos resultados en la pretemporada. Pero ganar cuando realmente vale, y más aun considerando las ausencias, no es casualidad. El equipo se vio liviano, con un trabajo interesante por los costados, y con un esquema sin 10 similar al que utilizó bastante en Sporting Cristal, con Pavez como único pivote y dos interiores que en este caso fueron Suazo y Alarcón. Además, se vio a un equipo aplomado y maduro en matar psicológicamente a la Unión luego del 3-1 y manejar el partido casi sin riesgos. No es ninguna sorpresa que viva los partidos con mucha pasión e intensidad, algo que a buena parte de los colocolinos nos gusta y lo agradecemos, pero ello trae como consecuencia el riesgo de que algún árbitro quisquilloso y ansioso de protagonismo lo pueda expulsar en algún partido. Pero más allá de ello, salió más que airoso de una parada difícil, con un contexto complejo, armando un equipo dócil tácticamente y potenciando buenos rendimientos individuales. Colo Colo de a poco iba jugando a algo en la pretemporada, pero ello se tiene que ir ratificando con resultados, pues es difícil superar el acostumbrarse a perder. Ojalá sea el conductor de un grupo que nos lleve a tener más alegrías que tristezas. Al menos, el primer paso quedó bien marcado en el suelo de Santa Laura.