“Traigan un DT con experiencia”, “basta de experimentos”, “necesitamos un entrenador que haya ganado algo”, son frases que se leen a menudo en esta web cuando se habla de un nuevo técnico albo.

Las súplicas de la gente son entendibles absolutamente, pero por historia, los mejores técnicos de los últimos 20 años han sido precisamente “experimentos”.

Partiendo por Mirko Jozic, quien tenía exactamente el mismo currículo de Tocalli al momento de asumir en el Cacique: campeón del mundo en juveniles y algunos años entrenando a las cadetes de Colo Colo.

Mirko asumió tras la partida de Arturo Salah (otro “experimento” que sumó títulos) a la selección chilena y se convirtió en el técnico más exitoso de la historia del club con tres títulos internacionales y tres torneos locales.

Luego vino uno con muchos pergaminos, títulos y trayectoria en Europa, Vicente Cantatore, quien se fue al poco tiempo, lo sucedió interinamente Eddio Inostroza y terminó el año otro experimentado como Ignacio Prieto. Resultado: fracaso absoluto.

El ´95 llegó a Pedreros un desconocido paraguayo llamado Gustavo Benítez, con 42 años y fugaces pasos por Cerro Corá y Olimpia en su país. En su primer campeonato se peleó con todos: dirigentes, jugadores, barra y no ganó nada.

Al año siguiente reestructuró el plantel, se coronó campeón y fue semifinalista de la Súper Copa. El ’97 repitió la semifinal de Súper Copa y sumó la de Copa Libertadores, además se coronó campeón del Clausura de ese año.

El ´98, el “experimento” Benítez se coronó campeón y luego partió a dirigir al Racing de Santander de España. Al año siguiente desembarcó en Pedreros uno de los técnicos más exitosos y con más experiencia de Brasil: Nelsinho Baptista.

El brasileño tuvo problemas con los referentes de aquel equipo y “cama” de por medio, terminó fuera sin pena ni gloria, siendo reemplazado interinamente por Carlos Durán “Mister Pipa”.

Al año siguiente llegó otro DT con pergaminos y trayectoria, el uruguayo Fernando Morena, poco y nada hizo al frente del equipo, lo mismo que su sucesor, el en ese tiempo prometedor DT chileno Roberto Hernández, quien renunció cuando se declaró la quiebra del club.

El 2002, nuevamente un novato (o “experimento”) se hace cargo del equipo, Jaime Pizarro, capitán del equipo campeón de la Libertadores, asume un grupo de juveniles con dos o tres jugadores experimentados y se consagró campeón en el año más difícil de la historia de la institución.

Pizarro se fue a fines del 2003 y dejó su lugar a otro ex campeón de América, Ricardo Dabrowski, esta vez la apuesta no resultó y Blanco & Negro decidió apurar la despedida del fútbol de Marcelo Espina para que éste asumiera como DT.

Todo el mundo pensaba que Espina, quien era el “técnico dentro de la cancha” triunfaría como entrenador, pero no fue así, sólo un año duró el “Cabezón” al frente del equipo, luego, los propios jugadores pidieron el regreso de Dabrowski, quien se fue a finales del 2005.

El 2006 vino otra apuesta: Claudio Borghi, quien jugó una temporada en el club y que había estado como ayudante técnico de Roberto Hernández el 2001. Como técnico Borghi sumaba experiencia como DT de la Universidad de las Américas por años y sumaba tres meses como técnico de Audax Italiano.

Resultó, pero fue un “experimento”, pues Borghi ganó prácticamente todo lo que jugó, cuatro títulos nacionales en cuatro campeonatos, finalista de Copa Sudamericana y una deuda en Copa Libertadores.

Tras la partida del “parrillero” asumió Fernando Astengo, quien se desarrollaba en las inferiores. Poco duró en el cargo y la dirigencia buscó otro “experimento”.

Marcelo Barticciotto, ídolo del club, llegaba con el aval de haber sido finalista con la U. de Concepción, en Colo Colo fue campeón y al año siguiente se fue en medio de una disputa con los jugadores.

El resto de la historia es conocida, Gualberto Jara interino y la contratación de Hugo Tocalli quien sumaba títulos juveniles del mundo al frente de la selección argentina y seis meses como DT de Vélez.

Como ven, en veinte años, los técnicos más exitosos han sido “experimentos” y los con cartel y pergaminos han fracasados. Pero sólo un dato, esos “experimentos” han conocido al club o tuvieron al menos un año para “aclimatarse”.

Un “experimento” puede resultar o no, lo mismo un técnico de trayectoria, pero el tema de fondo es definir qué se quiere, cómo quieren que juegue Colo Colo, definir objetivos claros y planificar la consecución de ellos.

En este minuto, nadie sabe por qué no suben cadetes al primer equipo, nadie sabe por qué llegan “refuerzos” sin cartel y que encima no juegan, nadie sabe por qué nos prometen la Copa Libertadores y siquiera hay convencimiento interno en poder lograrlo.

Finalmente, nadie sabe las políticas deportivas del club ni cuales son las directrices del fútbol albo y mientras no se sepa ni se defina esto, vamos a seguir igual, “a lo que salga”, sin saber “para donde va la micro”.

Por Luis Marambio I.
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